Por Mariano Casal

Uno siempre tiene la expectativa de que alguien se anime a dar un volantazo y decir ‘bueno, con estos temas no se juega’, de todos modos, es difícil que eso pase, pero vamos a seguir trabajando en los temas que hacen a la consolidación de un modelo que realmente plantee la acumulación de la riqueza, con una matriz diversificada, con una promoción y activación de la industria y una distribución con igualdad, que sea justa”, manifiesta la senadora oficialista y vicepresidenta de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara alta, Blanca Osuna. La legisladora entrerriana apuesta a profundizar “este proceso sobre el que se ha avanzado” y critica a los grupos opositores.

– ¿Ve un escenario conflictivo de acá a fin de año en el Congreso?

– En la Argentina tenemos una tradición de lo que son los períodos preelectorales. En ese sentido, desde las propuestas que tengamos de la oposición y su locura no creo que sea distinto. Me parece que a nosotros, asumiendo nuestra responsabilidad de ser Gobierno, de ser oficialismo, vamos a seguir convocando a que haya un trabajo mancomunado sobre los grandes temas de la argentina. Después de lo que los argentinos hemos pasado, corresponde que tiremos todos para el mismo lado, hay temas con los que no se puede jugar.

– ¿Por qué se opone al proyecto que plantea elevar las jubilaciones al 82 por ciento móvil?
– La primera cuestión es que hay razones en materia de la ciencia económica que muestran efectivamente que es inviable, en términos de su financiamiento. La otra cuestión es que quienes lo impulsan no tienen crédito político, ni autoridad como para plantearlo por razones obvias. Cuando fueron gobierno hicieron justamente lo contrario, y eso trasparenta lo que está en su espíritu: no es una solidaridad por los jubilados, sino que es simplemente una acción política.

– ¿Cuál es la reflexión que hace en relación con esta propuesta?

– Yo diría que casi avergüenza, porque es una terrible burla, se busca una presión política que me parece, y casi estoy segura, que la van a pagar muy caro, porque si hay algo en lo que se ha avanzado en materia política es que hay un margen cada vez más estrecho para este tipo de especulaciones, de jugadas casi perversas. En ese sentido creo que los ciudadanos argentinos hemos avanzado en cuanto a la calidad de conocer y tener el pulso sobre los planteos y cuestiones que los distintos sectores políticos hacen, y creo que en eso hay menos margen de mentiras, me parece que es el montaje de una gran mentira que va a quedar al descubierto absolutamente.

– ¿Cómo hace para que esa “gran mentira” quede al descubierto?

– Parte de la responsabilidad de dejarlo al descubierto la tenemos los legisladores con el debate que se lleve a cabo. En ese sentido, tenemos a favor todos los avances que en materia de política previsional nuestros gobiernos han hecho desde la creación del sistema previsional argentino, que fue posible a partir del traspaso de los fondos de las AFJP al Estado. Por otra parte, todo lo que ha sido mejorar las jubilaciones, la ley de movilidad y las políticas de inclusión de millones de argentinos que estaban fuera del sistema previsional, estarán en la balanza sobre la que nos apoyaremos. El 82 por ciento nunca estuvo en la agenda, aparece como manotazo de ahogado en el proceso de reposicionamiento de la oposición. Los manotazos de ahogado son terribles porque provocan justamente la acción inversa: es posible que este debate los hunda porque el propósito principal es dañar al Gobierno.

– Como vicepresidenta de la Comisión de Educación, ¿cuáles son los tres logros más importantes de los gobiernos kirchneristas en el campo educativo?

– El primer logro es plantear el cierre simbólico de una etapa con la aprobación de nuevas leyes: la de educación técnica y profesional, la de financiamiento educativo, y la de educación nacional como grandes leyes. Después hay otras leyes que no son menores, pero que sí aportan a ese esquema normativo como la ley de Educación Sexual y el Programa Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, que tiene un capítulo de educación. Las leyes por sí solas no modifican la realidad, entonces otra cuestión que a mí me parece importante plantear es la asunción de políticas de Estado que contribuyan, en primer lugar, a incluir a quienes están fuera del sistema educativo en la educación obligatoria. El segundo logro tiene que ver con trabajar con la igualdad de condiciones para aprender, con poner en valor lo que es la calidad de la educación en ese tránsito de los chicos, y para eso jugaron también un conjunto de políticas. Una tiene que ver con el trabajo de los padres, poner en mejores condiciones a los chicos para aprender toda la política de trabajo digno, de trabajo registrado, de promoción del trabajo y de reactivación de la economía, han hecho a la calidad del tránsito de los chicos en la escuela indirectamente. El tercer logro está relacionado con los programas específicos de mejoras de la formación docente, por un lado, y con programas instrumentales de tecnología, como puede ser el Conectar Igualdad, de una computadora para cada niño y niña de la escuela secundaria y sus docentes, que le da calidad a la enseñanza.

– Se le critica al gobierno de Macri haber ejecutado poco del presupuesto en Educación. ¿Cuál es su opinión en relación con el tema?

– Es como una burla. La política está siempre en manos de personas, es el gran instrumento humano para modificar la realidad, pero para bien. Está en manos de hombres y mujeres que deben mostrar a la sociedad si eso es posible. Creo que siempre está el reaseguro de la democracia, del respaldo o el rechazo popular frente a acciones que efectivamente no vayan en ese sentido. En eso confío que el pueblo argentino no se equivoca.

– Usted menciona en las políticas de inclusión la Asignación Universal por Hijo. ¿Cuál es el balance que hace desde que se adoptó esta medida?

– Creo que hay dos cuestiones. Por un lado, la meta propia de poner en condición de igualdad a todos los chicos y chicas de Argentina, a los que son hijos de trabajadores registrados, y a los que viven en una familia donde el papá y la mamá trabajan en negro, o no tienen trabajo. Creo que es como una condición democrática básica, y ponerlo con la condicionalidad de darles a las mamás esta posibilidad de acompañar a sus hijos, de asistirlos en el cuidado de la salud, de asegurar que efectivamente estén en la escuela con la libreta educativa y sanitaria, la verdad que sería como poner atrás de un derecho la posibilidad de acceder a ciudadanía, y me parece que es uno de los valores más importantes que tiene la AUH. La otra cuestión es más bien más amplia, de conciencia social, de los que no están dentro del programa, de reconocimiento de aceptación de la condición igualitaria, que es la base de la democracia, y lo digo por quienes han puesto dudas con respecto al significado y a las bondades de un programa. En algunos casos dudas mezquinas, porque quieren que sea de otra manera, en realidad no terminan de decirlo, lo que molesta es la iniciativa.

– ¿Qué va a pasar con el proyecto sobre papel de diarios?

Lo que acá subyace es una defensa de intereses de una corporación, que adoptan como forma manifiesta la crítica al proyecto. Pero bien dijo la Presidenta: “que se presente otro”. En realidad, el planteo o el discurso esconden justamente una identidad o adhesión y defensa de un interés corporativo, quizá el más imponente e importante que tenemos en la democracia argentina de hoy. En la realidad social y económica que tenemos hoy es la del multimedio Clarín, que con su socio La Nación producen un insumo básico y elemental para la libertad de expresión, como es el papel.

– Parece que oponerse a este proyecto significa convertirse en el enemigo…

– Creo que en materia de Papel Prensa, estamos llegando a la raíz de la verdad. Cada vez que he jurado mi cargo legislativo, me he planteado como consigna -porque en realidad lo creo y estoy convencida- que memoria, verdad y justicia son tres consignas que hacen a la bandera de los Derechos Humanos en el sentido más amplio.

– Hay muchos políticos que dicen que hay que dejar atrás esa época…

– Un vocero de esa posición ha sido Eduardo Duhalde. La verdad que, en ese sentido, Duhalde y sus seguidores indudablemente encarnan en la Argentina esa posición, y yo creo que esa postura es funcional a estas cuestiones relacionadas con paralizar los avances del gobierno en materia social, económica, y de justicia. Creo que los juicios por crímenes de lesa humanidad tienen un gran propósito aleccionador no sólo para los militares que cometieron delitos, sino para los que fueron socios de ellos siendo civiles.

– ¿Qué significa para usted la postulación de Abuelas de Plaza de Mayo para el Premio Nobel de la Paz?

– Queremos que Abuelas represente para la historia de la humanidad una referencia de compromiso, de entrega por la defensa de lo humano. La búsqueda de identidad es una de las bases de constitución de las personas. Por eso creo que se merecen trascender los límites del afecto y del reconocimiento que le tenemos en Argentina.