El radical Santiago Nino llegó a la Cámara alta provincial el pasado 10 de diciembre y proviene de la zona Oeste del conurbano, dentro de los márgenes de la Primera Sección Electoral. Con base territorial en el distrito de General Rodríguez, caracterizado por ser el lugar donde se concentra la producción lechera de buena parte de la Provincia, aunque el legislador aclara que “el pueblo ya tiene cerca de 100 mil habitantes”. Lacónicamente, sostuvo que el Gobierno nacional tuvo un “enfrentamiento ridículo” con el campo.

Trata de ser directo, parece tener como interlocutor ideal de su discurso a su vecino. Pretende que el razonamiento que exhibe sea entendible y, como no podía ser de otra manera, cuando se lo interroga por una visión general de la Provincia, el tema que se impone es el de la inseguridad: “El Gobierno de la provincia de Buenos Aires no tiene una conducción clara en el tema seguridad. Esto no se arregla sólo con gestos de bondad, sino con firmeza política, y el gobernador Daniel Scioli es el encargado para avanzar en ese sentido”, dice, pero a esta altura de los acontecimientos el tema va adquiriendo tantas dimensiones de análisis que se impone la pregunta de ¿por dónde debería empezar?

– El accionar político y de gobierno es el que tiene que enderezar esta situación de inseguridad en la provincia de Bueno Aires. Hay que tomar medidas que tienen que ver con trabajar fuertemente con la drogas en las calles, en los pueblos existen distintas barras que presionan a los vecinos, hay que revertir esta situación. A esas cosas, Scioli las debe conocer y las tiene que cortar. Por ejemplo en mi ciudad, General Rodríguez, al intendente Marcelo Coronel le era más fácil reunirse con los barrabravas que con un simple vecino. Esto no va más, tiene que haber una decisión de Scioli y estoy seguro de que gran parte de la oposición está dispuesta a acompañar.

– Entramos en el terreno de los excluidos…

– En el tema de la seguridad, el verdadero problema es la exclusión social, que no arranca hoy, se trata de un tema de falta de voluntad política en más de veinte años de gobiernos, de no ocuparse de la gente. En la actualidad tenemos una tercera generación de desocupados.

– ¿Cómo se podría graficar esa afirmación?

– Con los índices de analfabetismo y falta de capacitación laboral, por ejemplo, podemos decir que sólo el 6% de las personas que van presas tienen capacitación laboral. De los más de 30 mil detenidos, el 40% sufrió problemas de desnutrición en su infancia; casi el 25 % no ha terminado su educación primaria; de los que pudieron acceder a la educación, casi el 80 % sólo tiene estudios primarios. Al momento de ser apresados, el 50 % de los detenidos no tenían trabajo y un 24% realizaban changas, lo que quiere decir que un 85 % de la población carcelaria carecía de una actividad laboral. Entonces el problema es básicamente social

– ¿Qué fue lo que sucedió?

– Sucedió que en algún momento el Estado se despreocupó de esta situación porque no era políticamente correcto y no nos pueden culpar a nosotros, los radicales, por esto. Fuimos la resistencia más acabada al neoliberalismo, porque fuimos los radicales los que nos opusimos al desmantelamiento del Estado y a las privatizaciones, que encarnó el peronismo en la era menemista, donde también estaban Néstor Kirchner, Aníbal Fernández, Julio Alak y tantos otros, haciendo sus aportes.

– ¿Pero ahora estamos en otra fase?

– Ahora pareciera que la gente está, por un lado, con su agenda de urgencia y, por el otro, el Gobierno librando la batalla final por el control de los medios de comunicación. Sobre esta última cuestión, importante por cierto, con un final abierto sobre la libertad de expresión y el derecho a la información en la República; donde no creo que el kirchnerismo, que hasta aquí se ha mostrado muy sectario y autoritario, puede proporcionar algo superador al tal vez inequitativo esquema mediático desarrollado en estos últimos años al amparo de regulaciones y legislaciones proporcionada por el peronismo. Por otro lado, la urgencia de la gente a la que el Gobierno no quiere escuchar.

– ¿Tendría que haber una mayor participación de Nación para encontrar soluciones sobre la seguridad provincial?

– Sin duda alguna, los legisladores nacionales oficialistas vinieron al Consejo de la Seguridad bonaerense, pero cuando tienen que realmente estar, para mejorar mínimamente la legislación, en el Congreso de la Nación, no aportan número para el quórum. No es un tema que realmente le preocupe a los Kirchner.

– ¿Qué le pareció la expresión de “las manos atadas” que se le atribuye al gobernador?

– Es una respuesta muy pobre, porque si Daniel Scioli tiene las manos atadas, ¿qué queda para el común de la gente? En definitiva, quien conduce a la Policía de la Provincia, todas las políticas de seguridad y al PJ es el gobernador; si él tiene las manos atadas y no puede combatir a los narcos, barras, delitos, ¿qué queda para el vecino común?

– Lo están dejando solo al gobernador en este tema…

– Bueno, lo que sucede es que el gobernador Daniel Scioli se ató las manos al matrimonio Kirchner. Sostiene que teniendo una provincia obsecuente al Gobierno nacional, nos vamos a salvar de todos los males, y la provincia de Buenos Aires tiene que tener su propio perfil. No puede ser que no discuta la Coparticipación nacional y que estemos votando una ampliación presupuestaria y una ampliación del endeudamiento, porque no se logra recaudar lo suficiente como para pagar las obligaciones de educación, seguridad, salud e infraestructura, y tampoco logra cubrir sus obligaciones crediticias o financieras. La Provincia tiene que repensar su relación con Nación.

– Parece que no ve bien la situación…

– La situación es compleja y el que la herede va a tener una Provincia con una situación financiera cuestionable. Se están votando dos endeudamientos por año y, por ejemplo, la situación de los hospitales y la educación están en las mismas condiciones, que por cierto es muy mala.

– Pero no le vamos a echar las culpas a este Gobierno.

– Este Gobierno representa al Partido Justicialista, que tiene 23 años al frente de la Provincia, por lo tanto este partido es el responsable por la situación estructural económica-financiera y, también, de la inseguridad cotidiana.

– El Gobierno resalta mucho la buena relación con intendentes y legisladores opositores. ¿Es así?

– Lo voy a decir con todas las letras para que no haya lugar a dudas: el Gobierno provincial usa como rehén a las intendencias radicales. Mientras se estaba tratando el tema endeudamiento en la Cámara baja, desde gobernación nadie les atendía los teléfonos a los intendentes para resolver cuestiones mínimas de cualquier gestión, pero además necesitan respuestas económicas y de obras que el gobierno comprometió. Es una relación injusta, en algún sentido se está dando, y se va a agudizar, la situación del “príncipe”, que te proporciona según cómo te comportes.

– No ve diferencias entonces entre el Gobierno provincial y el nacional.

– Daniel Scioli es más amplio que Néstor Kirchner, en esta Legislatura algunas pocas propuestas de la oposición avanzan, se aceptan modificaciones, es una actitud positiva que tiene el gobernador. Pero eso no lo exime de que marquemos su inacción frente a la inseguridad y su entrega a los designios del Gobierno nacional. Scioli necesita endeudamiento presupuestario para poder pagar los sueldos, es decir que la Provincia tiene déficit primario, y ni se le ocurre cuestionar la discriminación que sufre la Provincia en materia de coparticipación y sigue pidiendo ampliaciones de endeudamientos.

– ¿Cómo se paran frente a la discusión del índice de coparticipación municipal?

– Subir la base en el Presupuesto del próximo año es la idea del radicalismo y aliados, llevar el índice de coparticipación primaria del 16,4% actual al 19 % como mínimo. Es bueno que las municipalidades vayan por un camino de autonomía, y tienen que avanzar en ese sentido. Y en el mediano plazo no sería malo poder avanzar en otro tipo de esquemas recaudatorios, a través de las tasas, hay que tender a un sistema a la inversa, que sea la Municipalidad la que gire el dinero al Gobierno provincial, a ese esquema hay que ir.

– Senador, vamos por la positiva…

– La Argentina está viviendo una época de bonanza, pero tenemos que salir de algunos enfrentamientos ridículos, como el que tuvo el Gobierno nacional con el campo. Es muy injusto pensar que las retenciones tienen que ser cero, pero tampoco puede ser que el Estado tenga políticas tributarias que sean confiscatorias. Entiendo que el pueblo está buscando una salida en este sentido y nosotros tenemos que construir la alternativa superadora que por su naturaleza el kirchnerismo no la proporcionará; en eso estamos, con seriedad y compromiso.

– ¿Está con Julio Cobos o con Ricardo Alfonsín?

– Con la UCR, y estimamos oportuno que se sumen otras organizaciones políticas afines, para la construcción de un Frente Progresista Nacional.