Por Cecilia Moreau
Los funcionarios del gobierno nacional han aprovechado la falta de gestión de Macri para atacarlo, con muchísima razón pero, casualmente se olvidaron de su responsabilidad en la provincia de Buenos Aires.
La educación pública a partir de las reformas de los `90 nunca pudo recuperarse y llegar a los niveles históricos de excelencia y prestigio. Esto claramente es responsabilidad del gobierno nacional que tras siete años de gestión nada hizo por la escuela pública.
El último gobierno que se preocupó por la educación pública en términos estructurales y académicos fue el del Dr. Raúl Alfonsín. Sin ninguna duda el próximo gobierno deberá emular el Congreso Pedagógico de ese gobierno, y reformular el sistema con una amplia consulta, y a través del debate y el consenso de todos los sectores involucrados llegar a sentar las bases de la nueva educación del siglo XXI con los parámetros de excelencia de los siglos anteriores. Obviamente esto es imposible que lo lleve adelante este gobierno, no lo hizo y no lo hará.
La educación pública en la provincia de Buenos Aires está atravesando una situación muy grave y preocupante. En el conurbano es mucho peor la situación que en Capital, y solo se mantiene por el esfuerzo de los docentes y algunos padres, que logran que los chicos se eduquen en condiciones infrahumanas.
Los chicos van a la escuela sin calefacción, sin vidrios, sin techos, sin baños, con graves problemas de inseguridad. A esto debemos agregarle el hambre con el que muchos de ellos concurren al establecimiento educativo, ya que muchos chicos la única ración de comida la reciben en el colegio. Pero como no cortan avenidas importantes son invisibles para la sociedad y los gobernantes.
Debemos decirlo, el programa que está llevando adelante el gobierno de entregar notebooks es muy bueno, muy auspicioso y muy importante porque achica la brecha digital entre los niños. Pero es insuficiente, en las escuelas del conurbano los chicos no pueden aprovechar esto ya que tienen terribles problemas edilicios, no tienen electricidad mucho menos contarán con wifi.
Estos son los chicos de las escuelas de la provincia de Buenos Aires, ellos son invisibles, están silenciados, están acostumbrados a esta realidad porque no ven voluntad de cambio. Las escuelas tienen una toma invisible permanente; debemos indefectiblemente cambiar el statu quo.
Cecilia Moreau es diputada bonaerense de la UCR
