Diputados de la oposición abandonaron el recinto para no tomar parte de la sesión informativa protagonizada por el jefe de Gabinete, expresando de ese modo su rechazo al funcionario.
Tal cual anticipó Parlamentario.com, Elisa Carrió optó por no asistir a la sesión en la que Aníbal Fernández se presentaba para brindar su informe de gestión. No fue la única ausente; tampoco estuvo Graciela Camaño, también en rechazo al jefe de ministros. Otros en cambio no estuvieron por otros compromisos, como Ricardo Alfonsín, presente en un congreso en Miami.
Pero el mal clima que esperaba al funcionario se percibió de entrada, con los roces registrados entre Fernández y la Coalición Cívica, que terminó retirándose a poco de iniciada la reunión, al considerar que el jefe de Gabinete había agredido a una diputada del bloque.
Ardió Troya cuando Aníbal criticó a quienes “sistemáticamente” denunciaban que nuestro país es un país “de trata de personas”, un tema caro a determinadas diputadas, como Fernanda Gil Lozano, a cuya asesora Sara Torres Aníbal mencionó puntualmente, diciendo que estaba dando “información errónea”.
Faltaba sólo una chispa para generar la retirada masiva y esa fue la que la generó, al considerar los diputados que el funcionario estaba provocando a una diputada del sector. Si bien Fernández aclaró que no estaba hablando de ninguna diputada, sino de una empleada de la misma, el bloque ya se había retirado.
La vicepresidenta segunda de la Cámara baja, Patricia Fadel, criticó a sus pares de la oposición, señalando que en realidad estaban buscando una excusa para irse.
“Yo pensé que no me podía quedar con una persona que insulta a persona que trabaja”, señaló poco después Gil Lozano.
Poco después también se retiró el interbloque de centroizquierda que encabeza el titular de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas. Y fue por la misma causa: en solidaridad con la diputada Gil Lozano.
Fue luego de que Eduardo Macaluse pidiera testear los dichos de Aníbal sobre la asesora de la diputada, moción avalada por el radicalismo, aunque Aníbal aclaró que no pensaba retractarse. “Lo que tenía que decir ya lo dije, y no lo voy a sacar. Si lo quieren testar que lo testen”.
A continuación, se produjo la retirada de los diputados de centroizquierda.
