Encargado del área de seguridad, aunque oficialmente ya no le corresponda, el autor de la frase “sensación de inseguridad” habló del tema en su paso por el recinto de la Cámara baja. Lo hizo esgrimiendo cifras que exhiben a la Argentina como lejana de las cifras de inseguridad que tienen otras grandes urbes y hasta llegó a asegurar que en todo el país “ha bajado el delito”.

El funcionario defendió la política oficial contra el delito y ejemplificó con datos de otras urbes, basándose en estadísticas de las Naciones Unidas. Según los mismos, cada cien mil habitantes por año, Argentina registra un promedio de 5.8 homicidios dolosos; Brasil 27 y Nicaragua 13, entre otros países citados. Las comparaciones mostraron que Buenos Aires registra un promedio de 4.6; Río de Janeiro, 33; Miami 14.7; y Montevideo 6.4.

Por si acaso, aclaró que no estaba minimizando el dolor de las familias víctimas de estos delitos y admitió que “los promedios siempre son injustos”, pero insistió en que la situación argentina es mejor que la de otros países de la región.

Comparó asaltos a mano armada y dijo que en 2009 se registraron 24.725 casos, a diferencia del 2008, cuando se denunciaron 25.928, lo que le sirvió para afirmar que “ha bajado el delito”.

Sobre el proyecto contra “salideras”, insistió en su teoría de que se trata de algo “innecesario”. “No hace ni bien ni mal, es fisiológico”, dijo bien a su estilo. Habló de la creación en el 2007 de la Comisión Permanente de Seguridad Bancaria, integrada por el subjefe de la Policía Federal, el Banco Central, el Renar, las cámaras recaudadoras de caudales, los sindicatos y las cámaras representantes de los bancos.

Después sostuvo que esa comisión se encargó de “reformas edilicias, cajeros neutrales, cámaras de seguridad y de promover los Pago Fácil”.

Admitió que el Banco Central (BCRA) otorgó prórrogas a los bancos para colocar las barreras visuales, y cuando Aguad le dijo que Aníbal había confesado el fracaso de ese programa, retrucó: “Eso corre por cuenta del diputado. Si quisiera confesar no lo haría delante suyo”.

Admitió que hacen falta más cárceles, dijo que están en construcción establecimientos en Salta, Mendoza, Coronda (Santa Fe) y Mercedes (Buenos Aires), y resaltó la importancia del proyecto contra desarmaderos -será porque lo impulsa el senador Miguel Pichetto- que está analizando el Senado, aunque sostuvo que es una medida “perfectible, que seguramente se podrá profundizar”.

Sobre el narcotráfico, dijo que ningún gobierno detuvo tantas bandas como el actual, y según él Argentina sigue siendo un país de tránsito de drogas.