El vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Miguel Angel Giubergia se quejó por la “practica” del Gobierno de “dibujar las diversas variables, fuente de cálculos de recursos, para después asignar los gastos con discrecionalidad”.
“No es el presupuesto debido, es el presupuesto para De Vido”, sentenció el diputado nacional de la UCR por Jujuy, Miguel Giubergia, al ser consultado sobre el proyecto de Presupuesto 2011.
“Ha sido una práctica habitual del gobierno kircherista ‘dibujar’ las diversas variables, fuente de cálculos de recursos, para después asignar los gastos con discrecionalidad, desconociendo en muchos casos las prioridades votadas por el propio Congreso”, enfatizó el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja.
Giubergia explicó que “el Presupuesto de gastos y recursos es la herramienta básica para construir institucionalidad económica y política”, y lamentó que “algunas voces del oficialismo hayan señalado que no estarían dispuestos a aceptar una discusión abierta del presupuesto y que podrían estar pensando en prorrogar el vigente desconociendo la pluralidad representativa del Congreso. Con esta actitud se hace muy difícil la construcción de consensos”.
Para el diputado radical, “en los últimos años, el oficialismo ha subestimado los valores de crecimiento del PBI e inflación, lo que le permitió al gobierno, entre 2006 y 2009, asignar casi 90 mil millones de pesos sin intervención y control del poder Legislativo”, explicó el legislador jujeño y aseguró “para 2010 estimamos que llegará a los 47 mil millones de pesos”.
“La evolución del crédito presupuestado y el gasto ejecutado, muestra a las claras la actitud del kichnerismo con la subestimaciones del índice inflacionario y el PBI. El mayor desvío en la ejecución del gasto se concentró en las transferencias corrientes, las cuales tienen un alto componente de subsidios al sector privado”, aseguró Giubergia.
El legislador jujeño argumentó que “entre los años 2006 y 2010, los gastos ejecutados de la Administración Pública Nacional superarán los 136 mil millones de pesos a los aprobados por el Congreso, mientras que las transferencias corrientes explicarán el 51 por ciento de este desvío, con un valor superior a los 69 mil millones”.
“Es necesario e imprescindible que las prácticas presupuestarias y fiscales que, como mencioné antes, se han venido llevando adelante en los últimos años, con utilización discrecional de enormes montos de fondos públicos, sean dejadas de lado”, reflexionó Giubergia y sentenció “hay que terminar con los negocios que, con fondos públicos, favorecen a los amigos del poder y volver a pensar en una Argentina federal y equitativa”.
