Más sombras que luces

La Comisión Investigadora sobre las escuchas telefónicas no pudo aún avanzar en su funcionamiento. Su presidente Martín Hourest tuvo que recurrir a la Justicia para obligar a los testigos a concurrir a prestar testimonio. Un trámite que encierra un peligro institucional y que siembra un antecedente para el sistema de gobierno.