Una áspera reunión de la Comisión Investigadora se llevó a cabo este martes con la presencia de uno de los funcionarios de la Universidad de La Matanza, quien en todo momento mostró su enojo con el modo empleado para ser citado a brindar testimonio.
La reunión de la Comisión Investigadora de la Legislatura tuvo momentos álgidos al tomar testimonio al director de la Editorial de la Universidad de La Matanza, Rolando Echave quien manifestó ante los legisladores presentes que se encontraba en el encuentro por “voluntad propia” y no por la “citación judicial cursada”.
El funcionario de la Universidad en su declaración ante la Comisión confirmó que fue él quien “sugirió” al ex espía Ciro James a presentar su currículum ante el Ministerio de Educación que en ese momento se encontraba a cargo de Mariano Naradoswky.
En esa línea Echave reconoció que al funcionario macrista conocía “desde el año 1995” y que en razón de de ello recomendó a su suegro Omar Dinardo para eingresar a la cartera educativa.
Al respecto cabe destacar que desde el inicio de la reunión el funcionario de la Universidad de la Matanza dejó en claro su enojo por los modos en que se realizó la citación para su comparecencia y según afirmó “mi citación recién la recibió anoche mi esposa y le fue entregada por oficial de justicia acompañado de un policíia de la provincia”.
En esa línea Echave y ante una pregunta del legislador de Diálogo por Buenos Aires, hizo manifiesto su enojo con la modalidad elegida para la citación y aprovechó para dar su opinión respecto al trabajo legislativo ya que según expresó “algunos miembros de esta Legislatura sostuvieron que no había temas urgentes para sesionar y sin embargo hay miles de indigentes, problemas de educación, salud, de la niñez y ésta comisión no se reúne para intentar dar una solución a esos problemas”.
Las palabras del funcionario universitario cayeron como “un balde de agua fría” que desbordaron a los diputados presentes que no atinaron a responder el enérgico discurso esbozado por éste.
Echave se mantuvo firme en sus palabras de que a Ciro James sólo lo había tratado “cuatro o cinco veces” y que ello se debió únicamente por cuestiones relativas a la labor que ambos cumplían en la Casa de Altos Estudios. Además afirmó que ignoraba la forma en que James había ingresado a la misma.
