El presidente del bloque Pro en la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, reclamó la urgente convocatoria del Consejo de Seguridad al señalar que “nos encontramos en un estado de emergencia nacional contra la inseguridad”.

Ritondo pidió celeridad para establecer los contactos necesarios con organismos nacionales y provinciales para combatir el delito con personal de la Policía Federal, las Policías provinciales y la Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, con el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, tal como lo establece la Ley 24.059.

Y propuso al Estado nacional que reconstruya sus instituciones de seguridad, recupere el monopolio de la fuerza y restablezca la seguridad a todos los ciudadanos.

“Es necesario aplicar la Ley de Seguridad Interior para que se permita utilizar elementos de la FF.AA. en el combate del delito, como helicópteros, medios de comunicación, personal de gendarmería, prefectura, con el propósito de reforzar la presencia de la federal o la metropolitana, es decir, utilizar todos los elementos que tienen estas fuerzas porque estamos en emergencia nacional con inseguridad. Esto no es sensación, es realidad, y la prevención es la mejor base para terminar con el delito”, señaló el legislador porteño.

Ritondo agregó que “la consecuencia de no hacer nada ha sido el crecimiento de la delincuencia y la violencia. Estamos viendo la peor crisis de seguridad que ha conocido el país”.

“En menos de 24 horas hubo tres muertes de inocentes en manos de asesinos: un joven en Liniers, un papá en Lugano, y una mamá en Flores”, expresó, para agregar luego que “cada vez que matan una persona inocente en una salidera u otro episodio delictivo, sus familiares no se ponen a debatir el fin de las ideologías, piden medidas eficaces contra un flagelo, es decir, un crimen que les cambia la vida para siempre”.

El presidente de la bancada macrista dijo que “el miedo que provoca la inseguridad esta enfermando a la sociedad y la solidaridad cede ante el temor y el miedo. Esto quedó evidenciado con lo que pasó con los vecinos que le creyeron a los asesinos de Matías Berardi y no a él, que les gritaba que lo habían secuestrado y nadie lo ayudó”.

Por último afirmó que “la polarización ideológica entre ricos y pobres, promovida por el Gobierno nacional, permite que la relación entre pobreza y delito termine convertida en tolerancia a los delincuentes. Cuando se pretende dividir a los argentinos, se distorsionan y extinguen los valores. Así, la delincuencia avanza atentando contra la paz social”.