La diputada nacional Victoria Donda dijo que de aprobarse el proyecto de ley que presentó su bloque para limitar el aumento del precio de venta al consumidor de la leche “el sachet de un litro pasaría a costar entre 2,40 y 2,60 pesos contra los 3,60 o 3,80 que está hoy”.

En declaraciones a Radio de la Ciudad – AM 1110, la legisladora explicó: “Esto sería para todas las marcas de primera línea que comercialicen leche fluida, descremada y entera en todo el país y lo que estipula la iniciativa es que comprar un litro de leche por día no exceda el 0,13 por ciento del salario mínimo, vital y móvil. Esto implicaría 70 pesos por mes por un litro diario”.

En este marco, la diputada añadió: “Lamentablemente sabemos que no toda la gente accede al salario mínimo, vital y móvil. De hecho, tenemos un 60 por ciento de los trabajadores que están en negro y no pueden aspirar al salario mínimo antes nombrado. Pero el salario mínimo, que está en 1.500 pesos, es el parámetro objetivo al que podemos aspirar”.

Sobre el estado parlamentario en que se encuentra el proyecto, la diputada señaló: “Esperemos que se empiece a discutir lo antes posible. Sabemos que los tiempos del Congreso no son los tiempos de la gente ni de lo que necesita nuestra sociedad y que muchas veces se discuten cosas que no son prioritarias; pero bueno queremos trabajar en serio y hacemos un esfuerzo para que esto salga rápido”.

“La leche fluida es un alimento básico e indispensable para un desarrollo saludable, y uno de los principales productos que integran la Canasta Básica Alimentaria. El Ministerio de Salud recomienda dos tazas o tres vasos de leche por día, para chicos en edad preescolar, y asegura que estos y los adolescentes necesitan más que los adultos”, recordó quien en 2007 ingresó a la Cámara baja elegida por el Frente por la Victoria y luego se pasó al bloque de Libres del Sur.

Sobre el aumento de los precios de los alimentos que integran la Canasta, la legisladora porteña precisó: “Lo que planteamos con respecto a la inflación es que es un tema muy grave ya que hay muchos discursos con respecto al monopolio y hay muy poca acción con respecto a ellos, que son los armadores de precio”. En esa dirección, ejemplificó: “Hay dos líneas de galletitas dulces que monopolizan el 75 por ciento de todas los productos del mercado y hay dos líneas de aguas gaseosas que monopolizan el 89 por ciento de todas las del mercado. Eso es un oligopolio ya que obliga a la gente a tener que comprar esas marcas y hay leyes que se pueden aplicar desde el Estado, pero que no se hace, aunque frenarían la inflación. Hacerlo es una decisión política”.