El ex mandatario dejó de existir este miércoles luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio. En lugar del Congreso, sus restos serán velados en la Casa de Gobierno. Gran expectativa por la repercusión que el inesperado deceso vaya a tener en el Parlamento.
Gran conmoción causó en todo el país la inesperada muerte del diputado nacional Néstor Carlos Kirchner, fallecido este miércoles a las 9.10 en el Hospital José Formenti de El Calafate, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Según pudo saberse, el diputado nacional sufrió una descompensación cardíaca aguda por lo que fue trasladado de urgencia. Kirchner había sufrido dos episodios coronarios el último año y a pesar de las recomendaciones médicas, no modificó sus hábitos ni mucho menos bajó los niveles de estress.
A lo largo de este miércoles feriado por el Censo 2010, la gente se desplazó hasta la Plaza de Mayo para expresar su tristeza. Y entre las muestras de recogimiento, se escucharon también cánticos hostiles hacia la figura del vicepresidente Julio Cobos.
La tragedia golpeará duro en el Congreso de la Nación, donde los bloques oficialistas enfrentan el tramo final del año en el que dejaron de ser mayoría y en el que la máxima aspiración -lograda hasta ahora con creces- fue evitar que la oposición pudiera aprobar leyes.
Ultimamente Kirchner había dejado de privilegiar su relación con el jefe de los diputados K, Agustín Rossi, quien veía con disgusto que debía compartir la recepción de directivas con un puñado de otros diputados muy confiables para NK.
En el Senado no la pasa mejor Miguel Pichetto, quien acaba de sufrir una derrota con la aprobación del 82% móvil que la Presidenta debió vetar. Con muestras de rebeldía en ciernes en su bloque y sus deseos de ser otra vez candidato a gobernador por Río Negro, Pichetto ve como han crecido las acciones del santacruceño Nicolás Fernández, quien pareciera resultar también más confiable en Olivos.
La muerte del ex presidente repercutirá fuerte en ambas cámaras y para los jefes de ambos bloques será momento de barajar y dar de nuevo. Con una oposición que, pasado el período de recogimiento que impone esta infausta noticia, redoblará su presión en el Parlamento, la prioridad de Pichetto y Rossi será sin dudas evitar las fugas que muchos intuyen pueden generarse en el justicialismo a partir de esta situación inesperada.