Qué hacer con la basura informática
Ciciliani impulsa una ley para la gestión de los residuos eléctricos y electrónicos.

La diputada nacional por el Partido Socialista Alicia Ciciliani impulsa en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley de Gestión Integral de Residuos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), destinado a minimizar sus riesgos potenciales “en todas las etapas de su gestión, además de promover el desarrollo, la utilización y transferencia de tecnologías limpias y adecuadas para la preservación ambiental y el desarrollo económico-social sustentable”.
Ciciliani explicó también que su iniciativa se “enmarca en una visión proclive a generar nuevos empleos, a la vez que se busca incorporar la responsabilidad ambiental al mundo económico”, y agregó: “Los aparatos eléctricos y electrónicos tienen actualmente una vida útil relativamente corta por el permanente recambio tecnológico que promueven las empresas productoras. La idea es que se agregue al principio de responsabilidad del productor una extensión focalizada en este tipo de residuos”.
“Algunas estimaciones indican que, a escala global, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos constituyen hoy aproximadamente el 5% de los residuos sólidos urbanos, una proporción equivalente a los envases de plástico pero mucho más tóxica”, prosiguió la legisladora socialista. Asimismo indicó que estos desechos registrarán un mayor crecimiento en los próximos años, no sólo por la creciente tecnologización de la vida cotidiana sino porque se considera que una enorme proporción se encuentra almacenada en los hogares e instituciones a la espera de su destino final. “Según estima Greenpeace cada argentino genera hoy 2,5 kg de basura electrónica, lo que da un total de alrededor de 100.000 toneladas anuales”, indicó.
El problema se presenta al momento de la eliminación definitiva de los RAEE ya que buena parte de sus componentes contienen sustancias tóxicas que constituyen una importante amenaza para el medio ambiente y la salud humana. “Cuando no se dispone de una recolección domiciliaria diferenciada su destino final son los rellenos sanitarios o basurales, lo que provoca un gran daño ambiental por la transferencia de contaminantes a las napas”, sostuvo Ciciliani.
Con la iniciativa se busca que “las empresas productoras contribuyan especialmente con la gestión de acciones de reciclado, valorización, eliminación y disposición final, lo mismo que los poseedores de productos eléctricos y electrónicos, quienes también debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad en cuanto a la eliminación segura de los mismos”. En este proceso se le otorga un rol fundamental al Estado encargado de implementar mecanismos tendientes a fomentar la concientización y la recolección de los RAEE, como así también fiscalizar el cumplimiento de las responsabilidades que les cabe a cada una de las partes.