Alfonsín vs. Aguad
Se parte, se parte… parecía todo normal entre los correligionarios pero surgió la eterna interna radical en vísperas de año electoral y todavía no hay un presidente electo de bloque. Pero el otro sector dice que sí hay presidente.
Suenan los clarinetes en el segundo piso y se anuncia una guerra interna en el bloque radical que podría provocar grandes rispideces de cara al inicio de la campaña electoral.
Por un lado, el actual jefe de bloque Oscar Aguad y por el otro el diputado Ricardo Alfonsín. Así esta dividida la contienda que también representa a los pre candidatos presidenciales Julio Cobos y el propio hijo del ex presidente.
A medida que se acercan las elecciones, cobistas y alfonsinistas se disputan el poder en el partido centenario.
Y a medida que corren los días el clima interno en la UCR se agita como olas en el mar presagiando un embravecido desenlace. Desde la aparicion de Ricardo Alfonsín con el matrimonio presidencial en Chascomús, pasando por el velatorio de Néstor Kirchner y la resistencia del lanzado precandidato a ocupar la presidencia del bloque en Diputados, hasta la convulsionada sesión del Presupuesto, las turbulencias fueron en aumento.
Si bien el alfonsinismo había anunciado que el nuevo presidente era Ricardo Gil Lavedra, hombre de Alfonsín, resulta que desde la actual presidencia afirman que “el anuncio hecho por Gil Lavedra fue todo un operativo de prensa. Esto no quiere decir que después no termine designado, pero todavía el tema no fue resuelto”.
Según pudo averiguar Parlamentario.com, los dos sectores, dentro del bloque, tienen 21 votos, esto demuestra que no se definió. Falta el aval de la diputada cordobesa Silvia Storni.
El sector alfonsinista también quiere reemplazar a los actuales secretarios legislativos y administrativos del bloque, Silvana Gíúdici y Rubén Lanceta, por Juan Tunessi y Gustavo Cusinato.
Por el lado del Senado, las cosas parecen un calco, con la única diferencia de que quienes avanzan para tomar posiciones son los cobistas. El sector alineado con el vicepresidente quiere la conducción de la mesa. Por eso, Gerardo Morales habría entrado en zona de riesgo. Su presidencia dejó de estar asegurada. Las operaciones que se realicen el próximo fin de semana serán vitales para conocer cómo viene el futuro radical en la Cámara alta.