“En esa última transición que comenzó el 10 de diciembre de 1983, muchos creían que se trataba de una transición más. Seguramente, en muchas ocasiones (los camaristas) habrán pensado que si llegaba a interrumpirse otra vez la democracia, irían por sus familias y por sus vidas”. Así se expresó en un pasaje de su discurso el diputado Ricardo Alfonsín, quien fue uno de los oradores durante el homenaje a los ex camaristas y fiscales que intervinieron en el juicio a los principales responsables de los delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura.

El evento tuvo lugar al cumplirse 25 años de las sentencias a los comandantes de las juntas, celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la UBA, donde los organizadores reunieron a los integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que juzgó a las Juntas Militares. También participaron el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, y diputados nacionales del radicalismo, más el senador Samuel Cabanchik, entre otros.

También participó el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, quien expresó “el gran orgullo” del Poder Judicial en “llevar adelante un proceso de investigación en materia de delitos de lesa humanidad más importantes de todo el mundo, proceso que se inició con el juicio a las Juntas Militares”.

En su discurso, Alfonsín destacó la “gran decisión política” y el “coraje” que tuvo su padre al impulsar el juicio, y remarcó que “en ningún otro país se hizo algo semejante, no porque no quisieran, sino porque era muy difícil de hacerlo”.

Ante Lorenzetti y la jueza Carmen Argibay, Alfonsín aprovechó la ocasión para ponderar “la tranquilidad de saber que en la Corte Suprema de Justicia tenemos hombres probos y capaces de defender la independencia de la justicia”.