Impericia. Imprudencia. Negligencia. Malicia.

Dice el refrán popular: “hay que pegarle al chancho, para que salte el dueño”.

Ni el ministro de Bienestar Social, ni el de Salud, ni el de Derechos Humanos, ni aún la vicegobernadora (quien más conoce del tema, por experiencia) se hicieron cargo de apadrinar un pobre, como pretende el senador suplente.

Pero nos quedamos más tranquilos, porque parece que el Senador Suplente va a ser el responsable del área.

Va a enviar todos los desnutridos al exterior (como hiciera con sus hijos) para que se recuperen o para que evolucionen patrimonialmente.

Pero tampoco es la línea.

Insisto: la línea es abrir un registro provincial de desnutridos, con controles semanales o quincenales en cada Centro de Salud, con un subsidio que dure lo que requiera su recuperación con la evolución periódica realizada por profesionales.

Los recursos pueden salir de los desfiles de modelos y de las soirées en hoteles de lujo.

También se pueden organizar veladas de té con juegos de canasta a beneficio de los pobres de la provincia, pero ésa no es la línea.

La línea es que el Estado Provincial coadyuve en lo micro, las actividades de protección social que el Estado Nacional desarrolla en lo macro.

Y ya que siguen habiendo misioneritos desnutridos, el pomposo y lento Hambre Cero no está dando resultados. Por lo menos los resultados que supone el Senador Suplente.

A no ser que los resultados buscados, sean exactamente los que se están produciendo.

Es otra manera de terminar con los pobres de la provincia, y por lo tanto, con los desnutridos.

Pero no es la línea, S.S.

No tengo porqué ser humilde. Para eso está Ud. Que además es gobierno.

No confunda a la gente, para eso está el diario Clarín: ni yo soy de la Fundación Mediterránea ni Tschirsch es del Frente para la Victoria.

Ah! Y tampoco estoy desesperada. Estoy furiosa. Y no por sus gansadas, sino por sus actos de gobierno.

Julia Argentina Perié es diputada de la Nación. Frente Para la Victoria.