Para la diputada nacional Elisa Carrió, el Gobierno está demostrando que “va de un extremo al otro”. Lo dijo al referirse a la decisión oficial de anunciar que la Policía Federal concurrirá “desarmada” a los operativos que se armen frente a las protestas sociales.

La líder de la Coalición Cívica entiende que se trata de “una visión ideológica” frente a los problemas que terminará conspirando contra los fines perseguidos.

En declaraciones a Radio 10, la diputada dijo que las autoridades “están diciendo que vamos a tener una policía desarmada y los que quieren violar la ley van a decir 'vamos a avanzar sobre los policías' y los policías se van a retirar”.

La reacción de Carrió tiene que ver con la decisión que establece que los efectivos policiales no podrán utilizar armas de fuego, ni balas de goma ni pistolas lanzagases y únicamente podrán llevar escudos, machetes y gas pimienta.

Lo que Carrió es el anuncio, por cuanto si bien coincide en “el no uso de la coerción directa, esto no se dice; esto se hace”. Agregó que “la amenaza de la coerción siempre tiene que estar, pero anunciarlo de esta manera es un despropósito”. Y agregó: “No sirve la represión indiscriminada, tampoco la prohibición de uso de armas. Hay que ubicarse en el centro”.

La diputada puntualizó en referencia a las tomas que “lo que pasó en Villa Soldati no dejó ninguna enseñanza porque ahora se van a los extremos. Hay un punto que es claro, hay un Estado justo que necesita reconstruirse y al mismo tiempo, debe ser blando en las cuestiones de comprensión”. Precisó que “va a generar indefensión en la Policía y también la gente. Una cosa es estructurar una fuerza no represiva y otra es anunciarlo públicamente. Si no está la amenaza de la coerción, la sensación colectiva es de profunda indefensión”.