Para la ingeniera Marcela De Luca, docente del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y especialista en residuos, el proyecto Basura Cero de la Región La Plata es imperfecto en varios de sus puntos.

La especialista sostiene que según información publicada en los medios, el proyecto propone el tratamiento de un valor aproximado a 1000 tn diarias de residuos, por medio de tres tecnologías.

Con relación a la recuperación y reciclaje del 15% de los materiales, existen por los menos dos inconvenientes para llevar a cabo esta actividad de una manera efectiva. Lo primero es la reinserción de los materiales recuperados en el mercado, muchas plantas en el mundo pueden separar 1000 tn diarias de residuos, pero antes se realizaron estudios de mercado que determinaron que cantidad de materiales recuperados pueden ser absorbidos por la industria.

En segundo término, a partir de investigaciones y estadísticas realizadas en nuestro país, por el Instituto de Ingeniería sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires sobre distintos tipos de plantas de separación, que actualmente se encuentran en operación, se ha determinado que el rendimiento esperado en éstas, es del orden del 3 al 4 % en peso, si los residuos no llegan previamente segregados en origen. Para alcanzar un rendimiento del 15 % en peso, es necesario un sistema de recolección diferenciada.

Con relación al tratamiento biológico mediante compostaje, no todos los restos de comida son degradables a partir de un proceso de compostaje, por ejemplo, la grasa de la carne vacuna tiene una relación carbono-nitrógeno tan baja, que dificulta la degradación efectiva de este tipo de residuos. Por otra parte se estima una media de un 20 % de material de rechazo en los procesos de compostaje y a pesar de lo expresado en la información publicada en los medios, la Unión Europea no permite el uso de compost proveniente de residuos sólidos como abono agrícola para cultivos que sean utilizados para consumo humano.

El proyecto “Basura Cero” afirma un porcentaje de rechazo de solamente el 20 % de los residuos generados asegurando que los materiales serán inertes. Existen algunos problemas con estos rechazos y la forma propuesta para su disposición final. Los materiales provenientes del rechazo están muy lejos de ser inertes, para ser dispuestos en viejas canteras sin un sistema de impermeabilización. El problema principal es que un residuo es un material heterogéneo, y como tal, se hace imposible en forma práctica separar estos materiales contaminantes de hogares de la corriente de rechazos. Al disponerlos en canteras existe la posibilidad de contaminar las napas subterráneas del área. El tratamiento del 100 % de los residuos sin generar rechazos contradice en forma flagrante las leyes básicas de la termodinámica.

El sistema actual de relleno sanitario está probado a nivel internacional, y opera hace mas de 30 años, con un impacto mínimo en el medio ambiente y la salud de la población. Se ubican en los mismos estándares de diseño, construcción y operación que los existentes en Europa y EEUU.