Desde la agrupación ambientalista, se expresaron respecto de cuestionamientos al sistema, con el objeto de “no confundir el concepto intrínseco de lo que Basura Cero representa”.
Luego de que la ingeniera Marcela De Luca, docente del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y especialista en residuos, señalara que el proyecto Basura Cero de la Región La Plata es imperfecto en varios de sus puntos, el coordinador de Prensa de Greenpeace Argentina, Mauro Fernández, salió a formular una serie de aclaraciones.
La planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU) propuesta para la Ciudad de La Plata recibió públicamente el nombre de “Basura Cero”, por el supuesto objetivo de buscar el “enterramiento cero” de residuos. Sin embargo, es necesario ser precisos en que “Basura Cero” es un modelo de gestión integral de residuos basado en “el principio de reducción progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado”, puntualiza Greenpeace.
Ninguna planta puede ser denominada en sí misma como “Basura Cero”, especialmente si para evitar el enterramiento de residuos, se propone la incineración o la destrucción termoquímica de los RSU o de una fracción de ellos, destacaron desde Greenpeace.
