El peronismo kirchnerista transita –quizás- uno de sus peores momentos. Divididos en cuatro sectores, hoy por hoy irreconciliables. El sector denominado de “paladar negro” como son considerados los ultra K y que convergen alrededor del espacio legislativo del Frente Popular para la Victoria que preside Juan Cabandié; el bloque Peronista, cuyo titular Diego Kravetz, juega con la candidatura a jefe de Gobierno de Jorge Telerman; los transversales que tienen como referente al senador Daniel Filmus y el grupo que apoya al ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
De estos cuatro sectores, solamente dos candidatos son considerados como propios en el “planeta K”: Amado Boudou y su colega Tomada. Al ministro de Economía lo sostienen los ultras y el moyanismo; mientras que al titular de la cartera de Trabajo, La Cámpora y otros sectores del sindicalismo. Ambos candidatos hoy no superan el cinco por ciento del electorado porteño.

Lo llamativo del caso es que el hombre que más mide por el espacio político, Daniel Filmus, no despierta entusiasmo en las filas del kirchnerismo. Tal vez por eso, Telerman decidió lanzar su candidatura. El ex jefe de Gobierno cuenta con el aval del peronismo tradicional y otros grupos independientes que apoyan la gestión de CFK.
La síntesis de este cuadro de situación la brindó el diputado Diego Kravetz: “El PJ debe elaborar una oferta electoral que enamore a los porteños, si la meta es desempeñar un rol destacado en las elecciones que vienen”.

Diferencias

Las señales que involucran al abanico de kirchneristas puros y al espacio que agrupa a justicialistas críticos de la gestión K–mayoritariamente incorporados al PJ porteño- dejan entrever la alineación que cada espacio legislativo que conforma el Parlamento porteño ocupará una vez que definitivamente se ponga en marcha la maquinaria electoral.

Cabe recordar que el peronismo kirchnerista con representación parlamentaria está dividido en dos bloques en la Legislatura, producto de las diferentes miradas que tiene cada sector respecto a la implementación del proyecto K en la Capital Federal. Las diferencias se hacen más profundas cuando de acompañar un candidato a jefe de Gobierno se trata, esa circunstancia indica, sin medias tintas, que cada bancada está abocada a elaborar un programa que “enamore a los vecinos”, objetivo que si bien es compartido su implementación difiere considerablemente en ambos espacios. Por ello cuanto más se acercan las fechas de los comicios, más visibles se hacen las diferencias que los separa.
Mientras el bloque Peronista que preside Diego Kravetz ya estructura un armado para acompañar las aspiraciones de Jorge Telerman para erigirse como jefe de Gobierno, el bloque “paladar negro”, como se denomina al espacio de ultrakircheristas que militan en la bancada del Frente Popular para la Victoria acompañarán al ministro de Economía, Amado Boudou.

Referentes de estos sectores no han dudado ante Parlamentario en sincerar sus respectivos posicionamientos, en los que se destaca el profundo abismo que los separa, tanto en lo que hace a la práctica política como a la forma de verla en el ámbito de la Ciudad. Esa diversidad presagia que irremediablemente el peronismo kirchenerista porteño más temprano que tarde terminará fracturándose.

Los candidatos

Desde lo territorial, mayoritariamente la masa de dirigentes que comulgan, de manera vertical, con el proyecto nacional K vuelcan sus simpatías hacia uno de los tres funcionarios que hasta hoy hicieron pública sus intenciones de erigirse en candidatos a jefe de Gobierno.

Sin embargo, aún así los tres juntos, no alcanzan a satisfacer las aspiraciones de otros sectores que, por el contrario se ven mejor representados en dirigentes que no gozan de la simpatía de la Casa Rosada; es el caso del ex jefe de Gobierno, Jorge Telerman, quien a pesar de ello cuenta con un considerable respaldo dentro de la estructura del PJ capitalino y del electorado independiente.
Más aún, la dirigencia pejotista ya envió claras señales de estar dispuesta a disputar la representación justicialista en elecciones internas o directamente concurrir a las internas abiertas y simultáneas que todos los espacios políticos deben realizar el segundo domingo de agosto del corriente año, si es que finalmente el Ejecutivo nacional reglamenta la norma que oportunamente sancionara el Congreso de la Nación.
Quienes conocen el espinel kirchnerista sostienen que esperar señales desde el oficialismo patagónico es una utopía; “nunca mostrarán las cartas”, aseguran desde allí.

Sin embargo y sin bien, CFK no dio indicios claros de apoyo a uno u otro de los aspirantes a jefe de Gobierno, ha resultado significativo el rol que comenzó a desempeñar en la gestión de Gobierno el ministro de Economía, Amado Boudou; sin duda el candidato de la Presidenta.
A pesar de ello, nadie podrá ignorar tampoco la labor del otro miembro del Gabinete de Cristina y también aspirante a ocupar el sillón principal de Bolivar 1, Carlos Tomada, un justicialista histórico. Es bien visto por la militancia K, pero desde estas filas aseguran que “no tiene llegada”al electorado y a la clase media.
Quien también se encuentra inmerso en esta lucha silenciosa por ahora, es el senador Daniel Filmus, a quien se le adjudica un papel esquivo en su apoyo para con el Gobierno de CFK y no contaría con el respaldo de quienes habitan Balcarce 50 y menos aún del sector que hoy se cobija bajo el paraguas de la estructura del peronismo porteño. Le reprochan haber conducido a la derrota al PJ en las últimas elecciones. A pesar de ello sería quien mejor mide en imagen e intención de voto en el electorado de la Ciudad.

Este es el cuadro de situación del kirchnerismo porteño, donde el candidato elegido deberá sortear el difícil escollo que es el electorado capitalino. Una tarea complicada.

DIEGO KTRAVETZ
“Telerman es el mejor candidato”

Para el titular del bloque Peronista Diego Kravetz el mejor candidato a jefe de Gobierno del kirchnerismo es
Jorge Telerman, ya que según el legislador es el único que puede ampliar la oferta electoral en la Ciudad.

– Es conocida la posición refractaria del kirchnerismo hacia Telerman, ¿cómo compatibiliza este apoyo y el acompañamiento al proyecto K?
– Telerman es un candidato -según entiendo yo- que puede atraer sectores distintos al kirchnerismo y que el oficialismo nacional no logra atraer. No descarto que haya un candidato oficial del kirchnerismo como pueden ser Filmus o Boudou, y aparte Telerman con el apoyo de algunos kirchneristas, más otros sectores partidarios. Creo que un armado de ese tipo ayuda a hacer una buena elección. Si las internas abiertas y simultáneas y las elecciones locales y nacionales están unificadas en el distrito, se instrumentaría el mecanismo al que me refiero. En el caso de que sean desdobladas las elecciones, seguramente el proceso de internas será anterior y no se aplicará en el orden local la ley de internas abiertas.

– De ser así, ¿cómo se definiría la candidatura?
– En ese caso se definiría partidariamente, de manera consensuada. Que exista pluralidad de candidatos a diferencia de lo que piensan algunos. Creo que ayuda a tener una oferta electoral mas generosa, todos los que estamos en política queremos tener roles protagónicos, a veces a algunos les toca tener roles más protagónicos que a otros, en nuestro caso, yo creo que hay que ser generosos en ese sentido, concretar la fórmula o las fórmulas mejores posibles y al que no le toca tendrá que acompañar.

– ¿Usted está convencido de que el kirchnerismo duro se encolumnaría por detrás de la candidatura de Telerman en caso de que éste gane las internas?
– Habría que ver la reacción. Yo insisto en lo que tiene Telerman como candidato diferente respecto a los demás. Representa a un electorado que va mas allá del kirchnerismo, si se quiere tiene un electorado mas amplio . . .

– ¿Transversal?
– No sé si transversal, sí más amplio. Hay votantes muy porteño que ama la Ciudad, que se siente identificado con Telerman, de cómo expresa su discurso y cómo desempeñó su gestión y esto va más allá de una identificación partidaria, no lo vota a Telerman por ser peronista o por su pertenencia política, lo vota por su forma de expresarse en relación a la cultura, al espacio público y lo que hizo en relación a esos temas durante su gestión de Gobierno. Esos electores transitan en forma independiente de su pertenencia partidaria. Hay muchos votantes que la verdad no tienen una pertenencia definida o una ideología que los ubique claramente como radical, peronista, kichnerista o de la Coalición Cívica, sino que simplemente quieren tener una Ciudad ordenada y Telerman es un candidato que puede hacer que todo esto se revierta ante una gestión de Mauricio Macri que es bastante mala, entonces me parece que por allí tenemos la oportunidad de hacer una muy buena elección.

– Usted hizo un esbozo de la personalidad de Telerman, ¿cómo definiría a Boudou?
– Boudou es un hombre de una enorme responsabilidad, es el ministro de Economía de la Nación en una etapa que, mas allá de las discusiones, quedará como una etapa exitosa de la gestión económica; una etapa de crecimiento, en la cual Argentina retomó la agenda de la producción, de la industria, en la que el trabajador volvió a tener un rol protagónico porque el que estaba desocupado volvió a estar ocupado, gracias a un modelo de producción e inclusión social; una parte de este logro le corresponde también a Boudou, como ministro de Economía.

– ¿Ideológicamente puede considerarse a Boudou independiente?
– Boudou se ha definido como peronista; él esta desempeñando un rol importante en un Gobierno claramente peronista.

– Si Boudou fuera designado, sin internas, como candidato del Gobierno nacional, ¿cómo obraría el peronismo porteño orgánico?
-En ese caso el camino a seguir será definido por las autoridades partidarias; seguramente seguirá los lineamientos que indique Cristina, de eso no tengo dudas…