Ya está decidido. Un hombre de suma confianza del ministro de Economía, Amado Boudou, admitió que el funcionario intensificará su campaña electoral para acceder al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

“Vamos a tener mucho movimiento en los próximos días, va haber anuncios con respecto a Capital Federal”, señaló el asesor del titular de la cartera económica.
Ya se anunció un plan de 17.000 viviendas para el distrito metropolitano. Se dice que los próximos anuncios consistirían en líneas de crédito orientados al pequeño y mediano comercio de la Capital Federal.

Está claro que la decisión cuenta con el aval de Cristina Fernández de Kirchner. “En Casa de Gobierno consideran muy importante lanzarse con propuestas, con ideas, que es donde podemos hacer la diferencia”, señaló otro funcionario.
No obstante, más allá de los lanzamientos, los popes de la industria no anduvieron con vueltas. A pesar del verano y el receso de muchos de los hombres del establishment argentino, la decisión de redoblar la presión sobre el Gobierno no se hizo esperar.
“Estamos bien, pero me parece que vamos mal”, aseguró con mucha firmeza uno de los principales dirigentes de la cúpula de la Unión Industrial Argentina.
Son varios los problemas que ven los hombres de la UIA. Uno de ellos es el avance de la importación y mencionan sin vueltas al notable aumento del 46 por ciento de los productos importados en 2010.

“Estamos nuevamente ante una verdadera invasión de productos importados, por eso es que al Gobierno le da cada vez peor la balanza comercial”, aseguró otro de los dirigentes industriales.
La preocupación de los hombres de la industria argentina es que la ecuación de costos y competitividad empieza a dar cada vez peor.

“El tipo de cambio se mueve muy poco, con una elevada inflación, con lo cual la competitividad está cada vez más comprometida. Entonces, o mejoramos el tipo de cambio en forma drástica o ponemos un freno a las importaciones, utilizando diversas herramientas”, aseguró el dirigente de la UIA, luego de conocerse el comunicado de la central fabril advirtiendo sobre el aumento de las importaciones.
Parece que la presión de los industriales surtió algún efecto. Por lo pronto, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, presionó a las grandes cadenas de hipermercados a que busquen, como sea, frenar las importaciones, algo que parecería tener un efecto dudoso y hasta contraproducente.
Está claro entonces que el Ejecutivo sigue apostando a meter presiòn sobre las empresas, las consultoras, sin buscar otras alternativas que puedan ser más estables en el tiempo.