En un colmado Salón Manuel Belgrano del Anexo de la Cámara de Senadores, se celebró la décimoctava edición de los Premios Parlamentario, en una ceremonia en la que se premió la actividad parlamentaria desarrollada a lo largo de 2010.

Las principales distinciones fueron para el senador socialista santafesino Rubén Giustiniani y la diputada nacional bonaerense Graciela Camaño, pero además fueron premiados otros diputados y senadores, además de medios y periodistas por la manera como cubrieron la actividad parlamentaria durante el último año.

El acto estuvo presidido por el vicepresidente de la Nación y titular del Senado, Julio César Cobos, y los directores de Semanario Parlamentario, pero tuvo como detalle la ausencia notoria de todos los miembros del Frente para la Victoria que habían sido nominados para recibir distinciones.

Al recibir su premio, el precandidato a gobernador santafesino expresó su reconocimiento al Semanario Parlamentario por realizar periodismo independiente, cuestión no fácil, y esa tarea permanente de apoyo a nuestra actividad”.

Giustiniani extendió su agradecimiento a su “hermosa familia, a mi maravilloso equipo de trabajo, de colaboradores y asesores, y a mi querido Partido Socialista”, tras lo cual expresó su compromiso al recibir esa distinción de “continuar trabajando todos los días por los que menos tienen, por los jubilados y los pensionados, por los jóvenes, por el pueblo de mi provincia de Santa Fe, y por la Nación argentina”.

A continuación, la diputada Graciela Camaño agradeció a Parlamentario y a sus colegas presentes en un evento “tan importante para los legisladores”, aunque seguidamente lamentó “que haya legisladores que no estén”. La diputada peronista salió al cruce de “los que se preocupan por la productividad legislativa de este año”, aclarando que el presente es “un año maravilloso”, por cuanto “los argentinos tenemos un año eminentemente político, y nosotros somos hombres y mujeres de la política. Y si bien nuestra tarea, aquella por la que nos pagan, tiene que ver con la producción de leyes, no dejamos de ser hombres y mujeres políticos. Y lo que vamos a hacer este año es eso: hacer política en la máxima de nuestras potencialidades”.

“Entonces no nos tenemos que preocupar tanto por la producción legislativa; es el año en el que el pueblo argentino va a decidir su futuro, y nosotros como dirigentes políticos, como militantes de la política, también vamos a tener que estar a la altura de las circunstancias, para ofrecerle a nuestro electorado lo mejor de nosotros”, señaló Camaño, para aclarar luego que “yo no me preocuparía tanto por la producción legislativa de este año; sí me preocuparía si los argentinos no tuviéramos posibilidad de elegir: elijamos con alegría, y si es posible, busquemos cambiar. El cambio es saludable, el cambio siempre nos lleva a mejores caminos. No se por donde, y tampoco me interesa aquí decir por donde, pero sí que cambiemos, y cambiemos para mejor”.

También recibieron distinciones los senadores Sonia Escudero, Liliana Negre de Alonso, Gerardo Morales, Laura Montero, María Eugenia Estenssoro y Adriana Bortolozzi, además de los oficialistas Miguel Angel Pichetto y Daniel Filmus, que retiraron sus distinciones a través de colaboradores. Asimismo hubo premios para los diputados Ricardo Gil Lavedra, Oscar Aguad, Elisa Carrió, Silvana Giudici y Claudio Lozano. Estaban nominados, pero no asistieron el senador Ernesto Sanz -de gira de campaña por la interna radical- y los oficialistas Héctor Recalde y Agustín Rossi. Ambos habían comprometido su presencia.

Los medios distinguidos fueron C5N, por labor televisiva, el diario La Nación, radio Mitre, e Infobae, como así también los periodistas Gonzalo Aziz (TN), Laura Serra (La Nación), Silvina Brandimarte (radio El Mundo) y Carlos Mariscal (Radio Cadena Eco). Además, se entregó un premio al vocero de Miguel Angel Pichetto, Elbio Petroselli.

El valor de los premios

La ceremonia fue presidida por el vicepresidente de la Nación y titular del Senado. No pudo asistir el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, quien a través de una nota envió un saludo a la dirección de esta revista, el cual hizo extensivo “a todos quienes participan cotidianamente del quehacer del periodismo parlamentario para esta publicación legislativa de circulación semanal”.

Junto al ingeniero Cobos presidieron el acto los directores de Parlamentario, José Angel Di Mauro y Oscar Benini. En su discurso, el primero de ellos mencionó los informes que suele elaborar esta publicación con datos que hacen al trabajo legislativo, e hizo referencia a quejas puntuales de algún legislador respecto de que esas mediciones encuadradas dentro de lo que hemos dado en llamar el Indice de Calidad Legislativa no necesariamente tienen que ver con “calidad”, sino meramente con “cantidad”.

Al respecto, Di Mauro resaltó que, en efecto, “el trabajo legislativo es un conjunto de factores que incluyen todas esas cosas cuantificables, como así también la labor en las comisiones, y la preocupación y responsabilidad puestas en mejorar proyectos propios y ajenos”. También citó la tarea de “sumar voluntades a la hora de las votaciones”, y remarcó que Parlamentario tiene “muy en claro que cantidad no es en modo alguno sinónimo de calidad, pero sería un error desdeñar ese factor”.

“Valoramos el trabajo legislativo y eso es lo que presentamos a través de nuestros productos. Somos los que mostramos la mitad llena del vaso, pero no escondemos la parte vacía, aunque no falten quienes se enojen cuando lo hacemos”, remarcó, para acotar luego que, hablando de calidad, “esto es lo que vamos a premiar hoy, ya sin datos cuantitativos, sino basados en la opinión” de los que votaron en la encuesta de Parlamentario.

“A sabiendas de que por suerte no son los “únicos que cumplen cabalmente con su deber, valen estos nombres para homenajear a lo que desde Parlamentario hemos reivindicado desde nuestra primera edición: el trabajo legislativo”, concluyó Di Mauro.

A continuación, Oscar Benini resaltó también el valor de los Premios Parlamentario, y también hizo hincapié en el año legislativo por venir. Reclamando de los legisladores que “cumplan la tarea para la que fueron elegidos”, destacó que “el Congreso no puede paralizarse por ningún motivo. Es la más clara expresión de la democracia y todos sabemos qué sucedió cuando fue condenado al silencio. Ojalá interpreten nuestros representantes el reclamo de la sociedad”.

Tras enumerar los problemas que azotan a la sociedad, destacó que ninguno de ellos se resolverá “con políticas de Gobierno que desconozcan el intercambio de opiniones, sino con políticas de Estado que sean el fruto del diálogo y de la búsqueda de consensos entre distintos sectores políticos. Ustedes como dirigentes tienen la oportunidad y responsabilidad de revertir estos flagelos. No hay excusa que valga para satisfacer estas demandas”.

Celebró la renovación del Congreso que se desarrollará en las próximas elecciones como “una buena noticia para la democracia; es una confirmación de la salud del sistema democrático”, pero aclaró que por ello “es necesario debatir, es saludable y hasta imperioso porque profundiza la transparencia política y la calidad institucional. Los debates deberían ser moneda corriente en una democracia, despejan dudas y nos hace tomas decisiones”.

“Por eso pedimos a los candidatos que debatan. No hay mejor manera de dar a conocer a la ciudadanía sus propuestas”, puntualizó Benini, para recordar luego que “muchos de los legisladores premiados son candidatos a ocupar los máximos cargos ejecutivos y otros intentarán revalidar sus bancas. Es el momento del examen, donde el reclamo de la gente será un reto que deberán resolver. Somos optimistas que así será, siempre apostamos a mejorar la calidad de vida de los argentinos”.

La hora de los premios

Abrió la lista de legisladores premiados la senadora Adriana Bortolozzi. La legisladora formoseña sería citada en los discursos de algunos de sus colegas por su recordada actitud de haber dado quórum en su momento, a contramano de los deseos del bloque oficialista que hasta entonces integraba. También marcó en su alocución una senda que recorrieron otros legisladores, al mencionar la ley sobre el aumento a los jubilados, vetada por la Presidenta el año pasado. “A veces las intenciones nuestras de los parlamentarios decaen: sentimos mucha impotencia -dijo-. Muchos de nosotros compartimos la impotencia de no haber podido lograr el 82% para los jubilados, y al menos yo me propongo insistir este año y lograrlo”.

Al recibir su premio, el diputado de Proyecto Sur Claudio Lozano celebró que desde su asunción como legislador en 2004 siempre ha recibido Premios Parlamentario, como así también “la posibilidad de plantear con fuerza cuestiones que hacen al orden nacional”. Reivindicó su pertenencia a la CTA, y agradeció las presencias en el evento de Pablo Micheli y del “compañero Víctor De Gennaro, a quien probablemente tengan como legislador próximamente”, y destacó además el hecho de no integrar ya un monobloque, sino una bancada de once. “Y esto se nota”.

Planteó también que “la vida parlamentaria ha cambiado, el Parlamento tiene hoy una centralidad en la vida política nacional que no tenía en el momento en que ingresé”, y recordó la discusión de muchos temas. “Más allá de las posiciones es muy importante que este Parlamento haya discutido desde la estatización de las administradoras (de pensiones), hasta el 82% móvil; que haya discutido qué hacer con Aerolíneas Argentinas; que haya discutido el matrimonio entre personas del mismo sexo… Hay un conjunto de cuestiones que indican que efectivamente el Parlamento logró un lugar que no tenía en la política nacional”, señaló.

Admitió sin embargo que “nos está faltando algo fundamental, que es poder terminar la tarea, porque muchas veces sancionamos cuestiones luego no terminan cumpliéndose”. Hizo referencia a la expropiación de Aerolíneas, el 82% móvil, y citó puntualmente la sanción de un Presupuesto donde “hay 62.000 millones de pesos que se ejecutaron sin que pasara por este Parlamento nacional”, por lo que consideró que “el control por parte de esta institución sigue siendo una agenda pendiente fundamental para garantizar que la suerte y el futuro de los argentinos tenga que ver con lo que los argentinos votan cotidianamente”.

Al respecto anticipó que “vamos a seguir trabajando”, y seguramente pensando en sus aspiraciones a convertirse en jefe de Gobierno expresó su deseo de que sea “desde otro lugar institucional, porque este es mi último año” como legislador. Resaltó a continuación que “todos podemos coincidir en que la Argentina que tenemos es mejor que la que teníamos en la última crisis, pero está muy lejos de la Argentina que necesitamos; y para la Argentina que necesitamos, hace falta un Parlamento que funcione”. De ahí que cuestionó las versiones de que el Congreso vaya a funcionar una vez por mes, porque “necesitamos una institución que aunque haya elecciones funcione, porque la vida de la gente sigue funcionando a pesar de que haya elecciones”.

La diputada Silvana Giudici agradeció la “pluralidad y el respeto por la diversidad de voces” de Parlamentario. De cara al último año de su segundo mandato, dijo haber sido “testigo de grandes transformaciones, donde tratamos de estar a la altura de las circunstancias, cumpliendo con una agenda parlamentaria que entendíamos cercana a las necesidades de la gente”.

Frente al año parlamentario que se inicia, expresó sus expectativas respecto de trabajar “en todos los temas que devuelvan la calidad de vida, que pongan al Parlamento en un rol de control que nunca debió haber perdido, y por supuesto trabajando para que los periodistas que hoy ganaron el premio y a los cuales felicito, puedan seguir haciendo su trabajo en el ámbito del Parlamento y de todo el país, en absoluta libertad”.

Recordó que hace falta sancionar las normas que tienen que ver con el acceso a la información, la regulación de la publicidad oficial, para de esa manera lograr que “cada día más periodistas en la Argentina puedan cumplir con su labor de la manera tan profesional y prestigiosa como lo hacen quienes hoy reciben premios”.

La senadora Laura Montero recibió por primera vez un Premio Parlamentario, y en su discurso rescató la labor de Semanario Parlamentario, porque “siento que nos acompañan y por sobre todo hacen visible nuestra labor; esto es importante realmente cuando uno aspira a un proceso de democratización real”.

“Cuando uno asume la responsabilidad de la labor legislativa, o cualquier rol en el Estado, lo hace desde objetivos claros; y también lo hace tratando de captar las demandas sociales, políticas, económicas, del conjunto social. Y para poder dar viabilidad a nuestras ideas, se hace desde la profunda convicción y con herramientas”, dijo, puntualizando que “la herramienta que nosotros tenemos es la legislativa”.

“Esto lleva, en la labor parlamentaria, al debate -continuó-. Podemos decir que me siento muy gratificada en el Senado, muy honrada de trabajar con brillantes compañeros; que el trabajo legislativo más allá de que a veces uno está parado del lado de la oposición, o del oficialismo, siempre es rico en el debate, y se hace con mucho respeto y altura, y eso es fundamental cuando uno quiere construir Estado de Derecho”. Rescató además el hecho de haber podido “instalar temas” producto de una agenda “planificada”, y aclaró que aunque a veces no hayan tenido “la eficacia de la sanción de la ley, sirvió para instalar temas que a nuestro juicio eran absolutamente importantes”.

Concluyó diciendo que “ese debate ha enriquecido a la sociedad y ha permitido avanzar con políticas de Estado, que si bien pueden ser ejecutadas ahora por el oficialismo y quien gobierna, creo que todos hemos podido ser protagonistas de esto”.

Otra legisladora premiada fue la puntana Liliana Negre de Alonso, quien dijo al comenzar su discurso que el día anterior había cumplido diez años como senadora, y en ese sentido recordó que en 2001 había recibido su primer Premio Parlamentario. A partir de ese dato, contó que junto a otros legisladores que también estaban en esa época, “hemos asemejado este año 2010 en el trabajo legislativo al trabajo que desarrollamos intensamente en 2002 con quien desempeñaba la primera magistratura era designado por este Congreso. “A pesar de quienes quieren denostar a esta institución, quieren denostar al trabajo de 2010, ha sido uno de los años más prolíferos en debate e intercambio de ideas -aseguró-. Porque el acceso de la oposición a las bancas permitió que el fruto legislativo no fuera únicamente producto de una mayoría, legítima por supuesto, sino producto del convencimiento, del intercambio de ideas, del debate, y de nutrirnos unos a otros. Aunque no siempre llegamos al recinto a poder transformar todo ese trabajo en una ley”.

Negre de Alonso recogió las palabras de uno de los directores de Parlamentario que hizo referencia a la crítica de un legislador hacia la elaboración de conteos realizados sobre el trabajo legislativo, que señalaba que “cantidad no es calidad”, y remarcó que “indudablemente no lo es, pero sabrán a lo mejor quienes no viven lejos de Buenos Aires como somos la mayoría de los legisladores que llegar a concretar un proyecto de ley, o venir a trabajar a una comisión, o asistir a un debate, obliga en primer lugar a horas y horas de traslado… y no es simplemente la asistencia, sino estudiar los temas el fin de semana; debatir con los asesores si nuestras ideas están bien o mal, o como las enriquecemos… Es imposible ser un legislador serio si uno no se lleva papeles de su oficina para el fin de semana”.

“Ese trabajo silencioso, ese trabajo que hacemos con vocación de servicio, que aspiramos que sea el mejor, para devolver el mandato que el pueblo nos dio, ese es el trabajo que la revista Parlamentario hace posible que se pueda hacer público”, destacó la senadora puntana, para reivindicar el trabajo parlamentario, como así también el político, que corresponde a “rendir cuentas y revalidar títulos”.

Asimismo consideró la senadora que el último ha sido un año distinto, porque “por primera vez en la historia del Senado, por unanimidad de todos los senadores de la Nación, federalizamos y sacamos el Senado al interior del país. Por primera vez pudimos hacer conocer al país, cuerpo a cuerpo, a través de las audiencias públicas, el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que hacíamos los legisladores, y permitir integrar a los ciudadanos a los órganos legislativos”. Estimó que esa fue una bisagra que luego siguió con el tema del 82% móvil. “Eso es calidad institucional, profundización de la República, y profundización de la democracia”, señaló, para concluir hablando de un gran desafío: “en el siglo del conocimiento, no podemos condenar al ostracismo, a la exclusión, a millones de argentinos; debemos luchar por una educación mejor, debemos luchar para que nuestros jóvenes retornen a la calidad educativa que tuvimos nosotros, nuestros padres, nuestros abuelos, y nuestros antepasados. Trabajemos por una Argentina mejor: sin educación no hay posibilidad de ningún tipo de progreso”.

En lugar de Elisa Carrió, que no pudo asistir al evento, recibió su premio la diputada Griselda Baldata, quien aclaró que no podía hablar en su nombre, pero sí hizo la siguiente reflexión: “Hace 13 años Elisa Carrió era la iniciadora y presentó como autora un proyecto de ley que hoy la sociedad debate, que es el Ingreso Universal a la Niñez y la Ancianidad. Esperamos realmente que lo de 13 años atrás podamos en el futuro convertir verdaderamente en ley y hacer política de Estado las políticas de Ingreso Universal a la Niñez, a la Ancianidad, el tema de la extranjerización de la tierra, y en contra de la concentración de la tierra hace más de diez años que está presentado un proyecto, y esperemos que este Parlamento pueda discutir esa cuestión, como por su puesto insistirá con el 82% móvil para los jubilados”.

Ganador del premio principal en el año 2006, el senador Gerardo Morales agradeció a Parlamentario no sólo su tarea periodística, sino también por “generar este espacio que es no sólo para el reconocimiento de la tarea parlamentaria, sino también un espacio de reflexión para que pensemos un poco qué cosas hicimos el año parlamentario anterior, y cuáles son los desafíos del año parlamentario que viene, el que estamos empezando”.

Anticipó que el 2010 no tendrá nada que ver con el que se inicia, que será “complejo, con otras características”, y definió al año pasado como “intenso, rico, no sólo en debate, sino también en producto, aunque no se hayan sancionado las leyes que todos queríamos, tanto el Gobierno como la oposición. Pero fue un año rico, porque ha sido marcado por la confrontación de las agendas: la del Gobierno y la de la oposición”. Sobre 2011 vislumbró “un año eminentemente político, y el Congreso es el poder de la política, el poder en donde vive, donde se respira, donde se puede transitar la política. Este va a ser un año intenso, pero que tendrá otras características, primero porque tenemos una agenda electoral intensa”, aunque aclaró que no por ello el año parlamentario será importante. “Pero también tenemos el desafío de cumplir con la agenda de la gente, así que este espacio de reflexión que sirva para renovar nuestro compromiso con el pueblo argentino”, dijo el presidente del bloque radical, para sumarse a continuación al planteo hecho público por Adriana Bortolozzi con relación al 82%, y anticipó que “vamos a seguir insistiendo con el INDEC, y con la cuestión federal”.

A su turno, el titular de la bancada PRO, Federico Pinedo, arrancó tomando lo que definió como “una enorme discusión sobre si el año que pasó fue un pésimo año legislativo, o un buenísimo año legislativo. No vamos a poder saldar esa discusión; yo soy de los segundos, pero a los que son de los primeros, los que creen que hicimos todo mal el año pasado, les quiero decir que lo que hicimos fue lo que le dijimos al pueblo argentino que íbamos a hacer cuando nos votó, y lo que nos permitió en muchos distritos de la Argentina ganar las elecciones prometiendo que íbamos a hacer lo que en definitiva íbamos a hacer en la Cámara de Diputados”.

Pinedo agregó que “puede ser más o menos interesante pelearse como perro y gato todos los días, no dejar hablar al otro, taparlo en la televisión, pero la verdad es que la Argentina está en uno de los mejores ciclos internacionales de su historia y estamos perdiendo y haciéndole perder una enorme oportunidad. Así que me parece que lo que podría ser constructivo que le hagamos un poco más de espacio a la construcción estratégica de un futuro común a los argentinos; que dejemos para situaciones mejores la descalificación personal, y que tratemos de construir en conjunto un futuro mejor para todos”.

El segundo premio en el Senado de la Nación fue para Sonia Escudero, quien se sumó a “los que tienen una visión positiva de lo que fue el trabajo de 2010, pero además de lo que recorrió el Congreso argentino desde la crisis tan profunda de diciembre de 2001”.

“Y me parece muy interesante destacar también que este premio, que por alguna razón especial premia a legisladores y a periodistas, porque los legisladores sin los periodistas no podríamos comunicar a la ciudadanía de qué se trata este sistema democrático”, continuó diciendo, para agregar que “cuando vemos lo que pasó de 2001 a la fecha, vimos que en 2010 yo personalmente encontré un Congreso cerca de la gente”.

Destacó también que “la forma como trabaja el Congreso argentino y el acceso a la transparencia, a la información de lo que pasa aquí adentro, ha permitido que este Congreso empezara a funcionar; especialmente el Senado, que a raíz de la nueva composición y la paridad de fuerzas, parecía un poco trabado”.

“Aquí quiero destacar como hecho de 2010 la actitud de la senadora Bortolozzi, que sentándose en su banca, en contra de su propio bloque, porque reconocía que por encima de la disciplina partidaria de bloque, está el compromiso con la ciudadanía”, señaló la senadora salteña, despertando un nuevo aplauso.

Rescató la importancia de los debates realizados a lo largo del último año, e hizo votos porque “el Senado siga trabajando; nos falta muchísimo, el Congreso tiene que ser más independiente, tiene que encontrar las formas de consensos y buscar superación de la confrontación permanente; pero me parece que algo ha cambiado en la Argentina, y es que la ciudadanía ha empezado a entender para qué sirve el Congreso de la Nación y de qué modo repercuten en sus propias vidas las decisiones que nosotros tenemos que tomar con responsabilidad aquí adentro”.