Francisco de Narváez sostuvo que la Argentina asiste a “una típica riña de poder de fin de ciclo” y advirtió que “el Gobierno se resquebraja por las peleas con sus socios”, en alusión al sindicalista Hugo Moyano y al gobernador Daniel Scioli.

De Narváez también criticó a Moyano por no ocuparse del 40 por ciento de los trabajadores argentinos que están “en negro” ni interesarse por el problema de la inflación, “que hace estragos en los salarios”.

“El kirchnerismo está en una típica riña de poder de fin de ciclo y comienzan a pasar situaciones como las que vimos con Moyano o, hace unas semanas, con el gobernador Scioli”, dijo esta mañana De Narváez en declaraciones a medios periodísticos.

Ante esta situación, el diputado y postulante a la gobernación bonaerense pidió a la gente “no confundir el patoterismo con el peronismo”, porque “hay un peronismo que se agota, que se termina, pero hay otro peronismo que surge, moderado, moderno, que va al diálogo y que contiene las distintas opiniones”.

De Narváez consideró “muy peligroso que Moyano se haya erigido en un poder en sí mismo” y, tras recordar que el dirigente sindical “es el socio principal del kirchnerismo desde el 2003”, comentó que “ahora hay una pelea de poder interno en el Gobierno y comenzaron a probar su propia medicina”.

“El gobierno de la señora Presidenta está en problemas con sus socios y se está resquebrajando. Ahora con Moyano, antes embistieron contra el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el otro socio principal del kirchnerismo, por la política de seguridad”, resaltó De Narváez.

Señaló además que Moyano adoptó la “reacción propia del que tiene cola de paja, en vez de decir me voy a presentar ante la Justicia, voy a dar información, no tengo ninguna responsabilidad”.

Al secretario general de la CGT también le imputó De Narváez que no se ocupa “de abordar el empleo en negro, que afecta al 40 por ciento de los trabajadores, y no le escuché una sola palabra de la inflación, cuando el peor problema que tiene hoy el asalariado es el aumento de los precios”.

Por otra parte, ironizó que el oficialismo “está tratando de vender humo cuando quiere instalar que ya ganó la elección” y opinó que “esta es otra señal de un gobierno frágil sobre el final de sus ocho años de gestión, porque la gente va a optar por un cambio”.

“Dos de cada tres argentinos quiere que termine este período kirchnerista de la mejor forma posible y no están dispuestos a acompañar cuatro años más de re-reelecciones porque las re-re siempre terminan mal”, concluyó De Narváez.