Dos legisladores nacionales de la UCR se sumaron al coro de críticas lanzadas por las medidas de fuerza anunciadas por el gremio camionero -luego suspendidas-, pero fundamentalmente por las abiertas “advertencias” lanzadas contra los medios de difusión.

“No vamos a permitir que patoteen a los medios de comunicación independientes”, advirtió el diputado nacional de la UCR por Jujuy Miguel Ángel Giubergia, respecto a las amenazas del secretario de prensa del gremio de camioneros, Eduardo Altamirano.

“En lugar de hacerle un paro a la presidente de la Nación, Hugo Moyano debe ponerse a disposición de la justicia de Suiza”, subrayó el diputado radical y agregó “la argumentación sobre las causas del paro son absolutamente falsas, porque a nadie asusta que el camionero sea candidato a algún cargo ejecutivo, que se presente y demuestre a cuántos trabajadores representa”.

Por su lado, la presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja, Silvana Giudici, presentó un proyecto de repudio por las declaraciones del scretario de Prensa de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros quien manifestó que cuando un medio publique noticias sobre Moyano irán mil, diez mil, o veinte mil trabajadores a pedirle a los periodistas que revelen sus fuentes de información. Acompañaron el proyecto de repudio los diputados radicales Oscar Aguad, Gustavo Cusinato, Julio Martínez y Miguel Ángel Giubergia.

“Las declaraciones de Raúl Altamirano configuran un mensaje mafioso destinado a amedrentar a los periodistas para ocultarle información a la sociedad”, dijo Giudici, para quien “hay que detener esta medida extorsiva que lo único que persigue es imponer el silencio y la impunidad sobre prácticas y negociados mafiosos”.

Por su parte, Giubergia puntualizó que “si no tiene nada que ocultar que se presente, pero la desmedida reacción de los laderos de Moyano genera más dudas que certezas sobre su inocencia en la causa”.

“Si quiere seguir representando a los trabajadores, tiene que responder a esta investigación llevada adelante en Suiza, porque allí es donde funciona la Organización Internacional del Trabajo. Supongo que no querrá ir preso cumpliendo su función gremial”, ironizó Giubergia.