La Cámara baja aprobó la modificación del artículo 14 de la Ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias. De esta manera, se cambiaría la forma de integración de las listas partidarias de candidatos, tal como se lo solicitaron a Daniel Scioli parte de la dirigencia oficialista.
Aunque se especulaba con que la reforma de internas de la provincia de Buenos Aires se convirtiera en ley, sólo la Cámara baja trató y aprobó el proyecto que establece la modificación del artículo 14 de la Ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias. De esta manera, la iniciativa espera ahora el tratamiento en el Senado.
La norma, que podría ser puesta en práctica por primera vez el presente año, fija, en su artículo 14, en lo referente a los “candidatos a cuerpos colegiados”, que “la conformación final de la lista de candidatos a cargos públicos electivos de senadores y diputados provinciales, convencionales constituyentes, concejales y consejeros escolares, será determinada aplicando el sistema D’Hont entre todas las listas partidarias que hubieren participado y obtenido, como mínimo, el diez por ciento de los votos positivos de la agrupación política correspondiente, en la respectiva categoría”.
Esta letra atentaba contra los intereses de algunos jefes comunales o de cualquier oficialismo partidario, ya que esta redacción prácticamente alentaba a la conformación de formaciones para definir los pleitos en internas y, aun perdiendo por un buen margen, igual se podía, según los casos, quedar dentro de las listas definitivas.
La modificación planteada sostiene, en contraposición, que la conformación final de las listas de candidatos “será determinada aplicando el sistema de distribución de cargos que establezca cada carta orgánica partidaria o el reglamento de la alianza partidaria entre todas las listas partidarias que hubieren participado”.
De esta manera, la iniciativa presentada por el presidente de la Cámara de Diputados Horacio González respeta “la autonomía” de los partidos y en su redacción deja librado a las cartas orgánicas de las organizaciones políticas, los porcentajes y sistemas que se utilizarán para la integración definitiva de las listas.
En caso de sancionarse la modificación, en el PJ, el porcentaje que tendrá que alcanzar la minoría es el del 25 % y el sistema de reparto será de mayoría y minoría a razón de tres para la mayoría y uno para la primera minoría. En la UCR el sistema es el D’Hont con piso de 20 %; de todas formas, las alianzas transitorias deberán definir esta cuestión antes de la elección de acuerdo a su libre entender.
Apoyos y enredos
Si bien en un principio se especulaba con que el oficialismo sólo contaría con el apoyo de los legisladores de Unión Celeste y Blanco (denarvaístas) y los del PRO-Peronismo (macristas, duhaldistas y felipistas), a la hora de la votación, la UCR, el GEN y el ConFe lo votaron a favor, aunque con reservas. Sólo la Coalición Cívica se opuso. Así, seis de los siete bloques políticos de la Cámara baja lo aprobaron bajo el argumento de que el cambio “apunta a recuperar la autonomía de los partidos”.
Tras la aprobación, quien destacó el apoyo de la mayoría de las bancadas fue Horacio González, asegurando que su “trabajo es consensuar con todas las fuerzas políticas y creo que lo hemos logrado, porque esta ley ha salido con amplio respaldo. De siete bloques que integran esta Cámara, seis la han votado, y esto muestra a las claras que este no era un proyecto de los intendentes, sino que había necesidad de legislar sobre el tema”.
Pero más allá de la cuesta que supo remontar el presidente de los Diputados, en el Senado hicieron su propio juego y postergaron el tratamiento del proyecto que ahora ingresó en ese cajón de espera tan particular.
La negociación entre los cuerpos colegiados del sistema bicameral bonaerense tiene este detalle, hay proyecto que son demorados, en uno u otro cuerpo, para ser negociados para su sanción aquí o allá.
Los senadores consultados niegan que el proyecto de modificación de la Ley de internas vaya a formar parte de algún “canje” con Diputados a la hora de ser sancionado y afirman que no fue tratado en la última sesión porque “no hay apuro” y “el número” ese día no estaba “asegurado” para tratar “sobre tablas”. Ambos argumentos sorprenden y disparan las especulaciones más dispares, la ley se debería reglamentarse cuanto antes y, por otra parte, sólo la CC se opone al proyecto.
