Las candidaturas del Movimiento Proyecto Sur surgirán, como ya se ha dicho formalmente en todos los lugares y niveles, del Congreso que se realizará los primeros días del mes de abril.

Todos saben – o deberían saber – que en los movimientos y partidos políticos no hay mayor autoridad que la de sus cuerpos colegiados que, reunidos en Congreso, toman las decisiones estratégicas a seguir.

Hoy por hoy la única candidatura aprobada por el Movimiento Proyecto Sur es la de Pino a la Presidencia de la Nación, no obstante siguen habiendo operaciones de prensa para hacerle creer a la gilada otra cosa.

La jugada es conocida y muy antigua: se trata de instalar nombres “por afuera” por medio de la prensa para crear una situación de hecho que la haga “irreversible”.

Ese rústico procedimiento ignora un milenario axioma del Sacro Colegio Cardenalicio que tiene a su cargo la elección de los pontífices: “Quien entra a la elección como Papa, sale como Cardenal”. Lo lamentable es que, con esa mecánica se manosean figuras prestigiosas cuyos nombres son usados y lanzados al barro de las especulaciones en lugar de hacerlos transitar por el camino digno y acorde a la trayectoria que detenta.

Se equivocan los émulos de Chacho Alvarez que añoran las internas como las que este propició para entregarle a Bordón la candidatura a Presidente o para construir con De la Rúa la Alianza I, que fue el maridaje del Frepaso con una de las caras del Bipartidismo –la UCR-, Alianza que nos dejó los 34 muertos en las jornadas del 19/20 de diciembre y que trajo a Domingo Cavallo al gobierno para darle oportunidad de continuar con su política de entrega y destrucción de nuestra economía.

El Movimiento Proyecto Sur NO transitará, en ningún distrito, por el camino de la construcción de la Alianza II porque todos saben –o debieran saber- que iguales procedimientos conducen a iguales resultados.

* Diputado de Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Abogado. Apoderado de Proyecto Sur.