Por Julio El Ali

El derrotero de una crónica anunciada tiene su sustento en la cuantificación de la actividad legislativa, que si bien son números fríos y a muchos incomodan, aporta una radiografía vital sobre el trabajo parlamentario que comparado con “una fábrica de leyes” debe producir al menos debates y estar en constante análisis sobre los problemas actuales y futuros de la sociedad. En cuestión de números, según el Indice de Calidad Legislativa realizado por Semanario Parlamentario, en el mes de marzo únicamente se sesionó una vez, período en el cual se sancionaron 12 leyes (la mayoría tratados internacionales) y aprobaron 22 proyectos que pasaron al Senado. Sólo 16 de 45 comisiones han funcionado al menos una vez, es decir, el 65 por ciento no se reunió nunca. Además, en lo que representa una alarmante estadística, en los primeros treinta días se presentaron 419 proyectos de ley -una excelente cantidad- más las iniciativas del año pasado que todavía tienen estado parlamentario… pero sólo se firmaron 16 dictámenes de comisión (a algunos le faltan otras comisiones) y se encuentran en estudio apenas una treintena de iniciativas.

En un breve recorrido por lo sucedido desde el 1º de marzo, se demuestra, que la actividad legislativa se ha resentido porque el objetivo principal de los diputados nacionales está puesto en sus distritos, ya sea para renovar sus bancas o disputar un lugar en el Poder Ejecutivo provincial o nacional.

1º de marzo: Cristina

El principal hecho en los primeros siete días de marzo fue la inauguración de las sesiones ordinarias del período parlamentario del Congreso nacional, de la cual participó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en un tono desafiante planteó varios temas legislativos a tratar durante el año.

A diferencia de otros años, Cristina reclamó al Congreso varias leyes. Entre ellas, indicó la ley Penal Tributaria -”para que quienes evadan vayan presos”-; y la ley de Lavado -”sería bueno que el Poder Legislativo pudiera tener una actuación muy activa en materia de lavado”-. Luego se ocupó de un proyecto que en su momento desató las iras de UATRE. Lo hizo tras hablar de la trata de personas y la reducción a servidumbre humana. “Vamos a hablar un poquito de una ley que descansa acá, la del Estatuto del Peón Rural”. Sobre el final de su discurso, anunció el envío nuevamente de la ley de promoción del software, pidió por el proyecto de trabajo domiciliario. Además, la Presidenta anticipó que enviarían dos leyes: Propiedad de la Tierra en la República Argentina y una nueva ley de Adopción.

La apertura de sesiones, que duró dos horas y acumuló más de un aplauso por minuto, fue lo más sobresaliente de la semana por su relevancia política, aunque también ocurrieron algunos hechos en el plano legislativo, como por ejemplo la presentación de 67 proyectos de ley en un día, el impulso de un nuevo proyecto para las víctimas del atentado a la AMIA. Por parte del radicalismo, el pedido se centró en una ley para regular la pauta publicitaria, el Presupuesto 2011 y la ley de Retenciones al agro, mientras que Proyecto Sur tuvo su objetivo en la suspensión del diputado salteño Alfredo Olmedo, quien está acusado de supuesto trabajo esclavo en su campo de La Rioja. Hubo una única reunión de comisión, que fue la de Legislación General, presidida por la diputada Vilma Ibarra, en la cual definieron la agenda de trabajo para el año parlamentario 2011 y establecieron como prioridad la ley de Adopción; limites a la adquisición de tierras por parte de extranjeros; propiedad horizontal; e identidad de Genero. Pero no hubo sesión ni se reunieron los diputados oficialistas y opositores para concensuar una agenda común para delinear la primera sesión. Por lo tanto, en la primera semana, la única actividad parlamentaria fue la visita de Cristina y el inicio de un nuevo período.

Carnaval

Los nuevos feriados por los festejos de Carnaval condicionaron la segunda semana en el Parlamento, ya que todos los diputados aprovecharon para no viajar a la Ciudad de Buenos Aires y hacer política en sus provincias. A pesar de la nula actividad legislativa, la centroizquierda realizó una audiencia pública sobre la baja de la edad de imputabilidad de los menores de 18 años que delinquen y fundamentaron su rotunda oposición. En ese encuentro, Proyecto Sur llevó a la Sala 1 del Anexo de la Cámara de Diputados a dos niños de la Villa 31 que leyeron una carta en la cual aseguraban que “si no tenían para comer, iban a robar”. Por otra parte, los principales jefes de bloque de los distintos sectores políticos tuvieron conversaciones telefónicas para coordinar los temas de la sesión que ya tenía fecha prevista para el 16 de marzo. Pero los únicos que se hicieron presentes en el Congreso fueron los ex movilizados por Malvinas, que protagonizaron actos violentos contra la seguridad legislativa y uno de ellos amenazó con suicidarse. El tema rápidamente pasó al olvido.

El espectro político tenía los pensamientos fijos en las elecciones de Catamarca.

Primera sesión

A partir del 14 de marzo, el aparato legislativo se puso en marcha pero sólo por esa semana, en la cual las reuniones abundaron por doquier, y se logró sesionar con una agenda consensuada: un hecho que no sucedía desde la resolución 125.

Con el aire triunfador del kirchnerismo en Catamarca, la primera sesión del año sucedió el miércoles 16 y ese día se aprobó en forma unánime la media sanción de la ley que prevé un régimen especial de contrato de trabajo para el Personal de Casas Particulares, que pasó al Senado. Además de esa destacada media sanción, aquella jornada tuvo una insólita discusión sobre el otorgamiento de licencias a los diputados. En esa oportunidad, el Cuerpo rechazó el pedido de licencia de Alfredo Olmedo por considerarlo injustificado. Pero no sólo hubo sesión, sino que también se puso en funcionamiento el motor de la actividad legislativa, es decir, que hubo reuniones de comisiones, aunque con resultados poco alentadores, ya que no hubo la cantidad de firmas de dictámenes que se esperaba por algunos sectores políticos.

A quince días del pedido de Cristina, los diputados comenzaron a tratar varios proyectos de ley que pidió la Presidenta en la inauguración del periodo ordinario. La Comisión de Legislación Penal, presidida por el diputado Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), trató junto a la Comisión de Justicia, los proyectos de ley vinculados a la lucha contra la corrupción y la evasión fiscal. Sin embargo, a pesar de que ya han sido debatidos el año pasado, las iniciativas de ley de Anticorrupción; Régimen Penal Tributario y Ley Contra el Lavado de Dinero no consiguieron dictamen y continúan en estudio. Por lo tanto, el pedido de celeridad de Cristina no hizo mella en los legisladores y todavía sigue sin avanzar estos temas que fueron definidos como claves por el Poder Ejecutivo.

Recta sinuosa

Las últimas semanas del mes fueron de turbulencia para la actividad parlamentaria porque se vio envuelta en feriados por el Día de la Memoria, la elección en Chubut y el conflicto generado por la protesta sindical en las puertas de la planta distribuidora de Clarín que impidió la libre circulación de los matutinos nacionales, despertando a la oposición de su letargo. Después del triunfo en Catamarca y la “buena performance” del Gobierno en la provincia del gobernador del Peronismo Federal Mario Das Neves, donde se esperaba una clara derrota kirchnerista, que terminó en una suerte de “empate técnico”, la oposición no sólo estaba desorientada, ,sino que se había incrementado las diferencias entre los candidatos presidenciables y las preinternas en los espacios políticos no kirchneristas estaban que ardían. Pero sucedió el bloqueo a Clarín, que sirvió para reposicionar a toda la oposición y “amontonarla” a favor de la defensa de la libertad de expresión. En esa reedición del Grupo A, se intentó convocar a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para explicar por qué la Policía Federal no intervino para liberar el paso de los camiones que transportan los diarios.

Además, con el impulso de la oposición, cobró más fuerza aun la necesidad de realizar una sesión especial para modificar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y, por otro lado, establecer un régimen que fije la distribución de la pauta publicitaria estatal. Sin embargo, los dos objetivos terminaron en fracaso, porque Garré no fue al plenario de comisiones y la sesión especial no tuvo quórum por un solo diputado. Sí, 128 fue lo máximo que indicó el tablero de la Cámara baja y la oposición cosechó una nueva frustración que también pone en evidencia, una vez más, la imposibilidad de debatir temas importantes por la falta de consensos y la paridad de fuerzas políticas que logran que no se debatan los proyectos de ley que no son afines a la Casa Rosada.

Al fracaso de la sesión especial se le suma una semana perdida en la labor de comisiones por los feriados del Día de la Memoria, lo que configura un cierre de mes más que complejo para la actividad legislativa. Más aún problemático y preocupante resulta el futuro del funcionamiento del Congreso a medida que se acerque el mes de agosto.

En definitiva, al observar los datos que arroja el Índice de Calidad Legislativa realizado por Semanario Parlamentario y el contexto político, el Congreso nacional no es ni siquiera el ámbito de discusión política utilizado por la oposición como plataforma electoral. En la actualidad, el Parlamento no produce leyes ni debate político y, por ende, se encuentra al margen del eje político de un año electoral.