Suele denominarse “halcón” al dirigente político partidario de emplear estrategias más agresivas, mientras que se identifica como “paloma” a quienes se inclinan por implementar tácticas conciliadoras.

Esta situación de conflicto parece asomar dentro de Proyecto Sur en la medida que se acerca el congreso nacional partidario, donde se decidirán las candidaturas, pero fundamentalmente si el líder del espacio político, Fernando “Pino” Solanas, será candidato a presidente o jugará en la Ciudad de Buenos Aires, como pretenden varios dirigentes de peso.

En el conclave también se determinará el paso a seguir con las posibles alianzas y el rol que le podrían asignar a Graciela Ocaña, hoy potencial aliada y figura que le podría dar buenos dividendos al espacio, según admiten los principales dirigentes que rodean al cineasta.

Desde la aparición de sondeos de opinión que marcan a Solanas como el contendiente de mayor chance de forzar una segunda vuelta para elegir jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el espacio político comenzó a vislumbrar una puja interna, donde están los que dicen que “Pino” debe “bajarse” a competir en la Ciudad y los que apuestan a la candidatura presidencial del diputado nacional. Los dos grupos en que está dividido Proyecto Sur se han esmerado por eludir el tema.

Halcones y palomas

La controvertida situación se planteó una vez que se conocieron los datos que divulgó una conocida consultora de sondeos de opinión, que ubica a “Pino” como el candidato con mayores posibilidades de desplazar al PRO del Gobierno de la Ciudad. Si bien no podría denominarse al conflicto como una disputa entre dos sectores, lo cierto y relevante es que pareciera ser una colisión de visiones sobre la mejor manera de afrontar los retos políticos.

Sin duda, más que entre sectores, la división estaría dada entre “halcones” y “palomas”, dos términos que se hicieron muy comunes en la arena política estadounidense y que ahora son empleados para identificar en todo el mundo a dos maneras diferentes de afrontar los conflictos.

En este caso se calificaría como “halcones” a quienes integran el círculo más cercano a Solanas, los que sostienen -desde un pragmatismo atendible- que dado el posicionamiento que tiene el conductor y en vista de un futuro que podría deparar la factibilidad cierta de poder alcanzar el Gobierno porteño, lo cual sería un logro al que no dudan en calificar de “plataforma de lanzamiento” de un verdadero proyecto nacional, Fernando “Pino” Solanas debería calzarse la casaca de candidato a jefe de Gobierno. Ello acrecentaría la propuesta a lo largo y ancho del país para convertirse en efectiva alternativa al bipartismo que domina el tablero de la política argentina, aseguran quienes sostienen este razonamiento.

Las “palomas” se inclinarían, a pesar del pronóstico alentador que las encuestas deparan a Fernando Solanas, que el mismo continúe con su postulación a la presidencia, un hecho que, aseguran, reafirmaría la consecuencia y coherencia de su conducta política; la convicción en los pasos dados y mantener el compromiso de ser candidato presidencial acrecentaría las posibilidades electorales en todo el país del armado político de Proyecto Sur, sostienen. “En aras de la cohesión y la transparencia del movimiento”, agregan.

Más allá de estos argumentos, válidos o no, los dirigentes de Proyecto Sur deberán escuchar a sus aliados, donde también existen diferencias de criterios sobre el rol que deberá jugar Pino Solanas.

En rigor, en las filas de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) confían en que el cineasta no dejará de cumplir con su promesa de ser candidato a presidente, ya que de ser así, uno de sus referentes más visibles, Claudio Lozano, sería el aspirante a convertirse a jefe de Gobierno. También aspiran a que el líder de la CTA, Víctor De Gennaro, encabece la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.
Este sector es el que más presiona para que Pino juegue por la candidatura presidencial, a pesar de que los números en la Ciudad de Buenos Aires le son favorables al director del film “La hora de los hornos” y de la escasa aceptación que tiene hoy el diputado Lozano.

Ante esta realidad, los otros aliados de Proyecto Sur consideran que Solanas debe participar en las elecciones por la jefatura de Gobierno, ya que les garantiza una segunda vuelta y mayor presencia legislativa.

Como se puede apreciar, la disyuntiva del papel que debe jugar el líder de Proyecto Sur, también cruza transversalmente a los aliados. Por lo tanto, Pino Solanas deberá resolver esta encrucijada: ser o no ser candidato presidencial.