“El Gobierno aprobó una reglamentación electoral claramente tramposa. Todos los beneficios para ellos, todas las restricciones para sus opositores. Cualquier parecido con la noción de juego limpio o igualdad de oportunidades es pura coincidencia. Y lo peor es que ni siquiera han sentido la necesidad de explicarlo o disimularlo. A la trampa añaden el descaro”, aseguró el senador nacional por la UCR, Ernesto Sanz.

El líder radical justificó sus dichos señalando que “cada día estoy más convencido de que la primera prioridad de la Argentina en este momento es conseguir el cambio político. Cuatro años más con un poder que ya sólo se ocupa de seguir siendo poder a cualquier precio nos llevarán a un punto al que esta sociedad no quiere ni se merece ir”.

“Tendremos más signos de autoritarismo, más deterioro institucional, más arbitrariedad; y sobre todo, estaremos perdiendo una oportunidad de progreso que probablemente no se volverá a presentar en mucho tiempo. Y para conseguir ese cambio se necesita una alternativa, que pueda ganar las elecciones en primer lugar y sostener un gobierno después”, continuó.

“Quienes queremos y creemos en el cambio, tenemos una gran responsabilidad. Tenemos que dejar a un lado nuestras legítimas aspiraciones partidarias o personales y trabajar juntos por aquello en lo que todos creemos. No hay nada más importante ahora mismo que defender la calidad democrática y preservar la convivencia en nuestro país; y sinceramente creo que ninguna de las dos cosas están garantizadas si este gobierno permanece cuatro años más en el poder”, afirmó el senador mendocino.

Finalmente, Sanz reiteró su llamado a la reflexión por parte de los dirigentes políticos que comparten el arco opositor: “Mi convicción es que hay que hablar y hay que sumar. Hay que hacerlo sobre todo y con todos: sin exclusiones, salvo las de aquellos que se autoexcluyan; sin poner límites, salvo aquellos que decidamos poner entre todos; sin protagonismos autoatribuidos salvo lo que atribuyan los ciudadanos en las urnas. Sin especular con fórmulas, acuerdos, alianzas o repartos previos de poder. Y por supuesto, haciendo posible que cada fuerza política mantenga su propia identidad y sus propuestas”.

“La prioridad es el cambio político. Estoy trabajando por ello, lo he estado haciendo incluso en los últimos días en los que he preferido permanecer en silencio para no sumar más confusión. Y lo voy a seguir haciendo, privada y públicamente, en los próximos días. En estos momentos, es lo que Argentina necesita; y por lo tanto, es lo único que vale la pena”, concluyó.