Una delegación oficial, compuesta por una docena de miembros de los tres poderes y representantes del empresariado y el sindicalismo, encabezada por el presidente provisional del Senado, José Pampuro, representó este domingo a la Argentina en El Vaticano durante la histórica y multitudinaria misa de beatificación de Juan Pablo II, que celebró el Papa Benedicto XVI en la Plaza San Pedro.

La comitiva argentina, que fue designada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para asistir a la trascendente ceremonia religiosa en la que se consagró beato al Papa polaco Karol Wojtyla, se ubicó en un sector especial, a la izquierda del Santa Padre, junto al resto de las delegaciones oficiales.

En ese lugar se destacó la presencia de primer ministro italiano, Silvio Berlusconi; el príncipe Felipe de España; el presidente de Mexico, Felipe Calderón, y el líder del partido Solidaridad y ex mandatario de Polonia, Lech Walesa, además de otros jefes de gobierno.

Pampuro lideró la comitiva nacional en su condición de segundo en la línea sucesoria, y junto al senador bonaerense participaron de la ceremonia religiosa el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; el canciller Héctor Timerman, y el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero.

Además asistieron el ministro de la Corte Juan Carlos Maqueda; el flamante presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren; el secretario gremial de la CGT y titular del sindicato de taxistas, Jorge Omar Viviani; el secretario de Culto, Guillmero Oliveri; los senadores Blanca Osuna y Juan Agustín Pérez Alsina; y los diputados nacionales Federico Pinedo y Rosana Bertone.

Por otra parte, la comitiva argentina mantendrá este lunes a las 17, un encuentro bilateral con la delegación de Chile, encabezada por su canciller, Alfredo Moreno, en la Casina Pio IV de la Academia Pontificia de El Vaticano, que preside el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, para rendir homenaje a Juan Pablo II.

Allí se resaltará la figura del anterior Sumo Pontífice y se recordará que gracias a su gestión se evitó un enfrentamiento armado entre los dos países en 1978, por la soberania en las islas Nueva, Picton y Lennox del Canal de Beagle, lo cual derivó en la firma de un tratado de paz en 1984.