Para el diputado kirchnerista Dante Gullo, la situación en el Coliseo argentino “es desesperante” y exhortó al gobierno de la Ciudad a que “deponga la actitud persecutoria y de hostilidad contra los trabajadores”.
El diputado nacional Juan Carlos Dante Gullo presentó un proyecto de resolución que denuncia “la situación de total desamparo que atraviesan los trabajadores” del Teatro Colón ante “la inédita y antidemocrática” resolución del gobierno de la ciudad “de entablar una millonaria demanda judicial contra algunos de esos trabajadores”. Y solicitó “la urgente participación del Congreso para velar por la defensa del patrimonio social y cultural de nuestro pueblo”.
Dante Gullo calificó como “injustificables” las suspensiones, los despidos indiscriminados y las demandas judiciales millonarias que lleva adelante el gobierno de la ciudad contra los trabajadores y rechazó los congelamientos salariales denunciados en el ámbito del emblemático Teatro, ya que constituyen “una flagrante violación a la normativa vigente”.
En este sentido, el proyecto que ingresó al Congreso requiere al gobierno de la ciudad que informe sobre las cuestionadas obras que se realizan en el Colón y explique bajo qué normativa y criterios lleva adelante una demanda millonaria contra trabajadores que ejercieron el derecho de huelga. Además, reclama saber por qué los trabajadores sufren descuentos de salarios que llegan al 100% y con qué fundamentos se iniciaron 25 sumarios.
“El actual gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha optado por establecer una relación con sus empleados bajo un paradigma de represión indiscriminada, acoso laboral y persecución política e ideológica”, afirmó el diputado.
El proyecto, que también lleva las firmas de los diputados Carlos Kunkel y Ariel Pasini, demanda información sobre la “monumental” obra que “al día de hoy más del 30% se encuentra sin ejecutar” y que se explique “por qué una obra de refacción que estaba planteada para 14.000 m2 del edificio, se extendió luego a los 58.000 m2 que comprenden a la totalidad de la superficie del Teatro”.
En el mismo sentido, reclama saber por qué “se redujo un 60%” el área destinada a los talleres, forzando la utilización de locaciones extramuros, además del destino, las condiciones de almacenamiento y los faltantes registrados después del “traslado compulsivo, desordenado y descuidado de los bienes muebles” del patrimonio del Teatro.
Otro aspecto cuestionado es el “injustificado aumento de las entradas” que oscilaron entre el 200% y el 730% respecto de los vigentes al mes de mayo de 2010, afectando fundamentalmente a las entradas de menor valor que fueron las que más se incrementaron.
