Desde la Legislatura bonaerense se impulsa un proyecto de ley para modificar la Carta Orgánica de las municipalidades de la Provincia con el objetivo de evitar hechos desafortunados donde el uso irracional de la pirotecnia sigue cobrando vidas.

La iniciativa fue presentada por el bloque de Unión Celeste y Blanco, y propone que el Ejecutivo Municipal inspeccione los espectáculos para verificar el cumplimiento de las ordenanzas y decretos para que la facultad para “suspender espectáculos públicos, clausurar establecimientos, decomisar y destruir productos, demoler y trasladar instalaciones”.

De esta manera, el artículo que se modifica donde corresponde a la función deliberativa municipal quedará de la siguiente manera: “la habilitación y el funcionamiento de los espectáculos públicos, como así mismo, el derecho de admisión y permanencia, contemplando especialmente la prohibición de acceso y permanencia a toda persona que ponga en peligro o realice acciones que importen un riesgo a la seguridad psíquica y física de los concurrentes o de los participantes”.

“El uso inadecuado de elementos pirotécnicos de cualquier índole, explosivos, emanantes de fuegos luminosos y similares, ha dejado al descubierto un vacío legal que debe ser rápidamente tipificado a los efectos de evitar futuros riesgos y menoscabos a la integridad de las personas”, aseguró el autor de la norma, diputado Ramiro Gutiérrez.

Así, el legislador narvaísta consideró necesario trabajar sobre el derecho de admisión y permanencia de las personas, el cual no se encuentra debidamente reglamentado en el territorio de la provincia de Buenos Aires, como así también, agregar nuevas facultades de control a cargo del poder ejecutivo municipal”.

En tanto, el legislador platense, Gonzalo Atanasof, comparó lo ocurrido con el recital de la banda irlandesa U-2 en el estadio Ciudad de La Plata, “donde hubo un gran dispositivo de seguridad pública, con más de cuarenta patrullas de control urbano; y en el autódromo con el grupo La Renga, no sucedió nada de eso, creemos que hubo una desigualdad en el trato y en la atención que se le prestó para la seguridad del espectáculo”.