“El gobierno de Mauricio Macri sabía que tenía este año recursos extraordinarios, no obstante eso fue incapaz de planificar las obras y de reivindicar la estacionalidad con las que las mismas deben de ser realizadas”, acusó el vicepresidente de la Comisión de Hacienda y representante del bloque GEN en la Ciudad, Martín Hourest.

Así, el diputado ironizó: “qué sentido tiene empezar con las reglas de juego en junio y adecuar salas y equipamiento hospitalario en julio si esto habría que haberlo hecho en enero”.

Hourest enumeró algunas de las cifras de los escasos proyectos concretados: “las obras del ministerio de Desarrollo Social con un 6.88% del gasto en construcciones estimado; el equipamiento en Salud y en bienes físicos de Salud que en ninguno de los dos casos supera el 2% de lo presupuestado; el Instituto de la Vivienda donde la ejecución alcanza el 5.6%; y el ministerio de Educación, que en el primer trimestre ejecutó solamente el 5.94% de los fondos presupuestados”.

Según el legislador, esto da cuenta de dos cuestiones: “el desinterés de Macri por el funcionamiento de un sistema de bienes públicos que garantice igualdad” y “una brutal ineficacia operativa con la incapacidad de delimitar las obras, preparar las licitaciones y llevar adelante cada una de las aplicaciones financieras para cada uno de los rubros”.

Esto abre un debate sobre “la necesidad imperiosa de que la Ciudad cuente con un régimen de penalidad a los funcionarios que subejecutan el presupuesto pautado, realizando un verdadero carnaval electoral con recursos que le han robado a Salud, Educación y Vivienda”, sentenció Hourest.