Por el quietismo del Congreso sigue sin sancionarse la ley antitabaco.
Este 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. Nuevamente la Argentina celebra esa jornada sin contar con una regulación firme que permita controlar el tabaquismo en nuestro país.
Esto se debe a que sigue inexplicablemente demorado el proyecto de ley nacional antitabaco que ya fue aprobado por unanimidad el año pasado en el Senado, pero aún no fue tratado por la comisión de Presupuesto de Diputados, la única que falta tras el dictamen favorable de las otras tres (Salud, Comercio y Prevención de Adicciones) a las cuales tenía giro la iniciativa.
El tabaquismo es la principal causa de muerte prematura evitable y, según cifras oficiales, se cobra anualmente 40.000 vidas en la Argentina. El proyecto busca regular en todo el país la publicidad, promoción y consumo de los productos elaborados con tabaco a los fines de la prevención y asistencia de la población ante los daños que produce el tabaquismo.
La iniciativa establece además la prohibición de fumar en espacios cerrados de acceso público, la obligación de incorporar mensajes sanitarios con fuertes imágenes en los paquetes de cigarrillos y la prohibición de la venta a menores de 18 años, entre otras cuestiones.
Los únicos pasos formales que restan para la aprobación de esta importante ley para la salud de los argentinos son la aprobación de la Comisión de Presupuesto y su tratamiento en el recinto, donde existiría consenso en los diferentes bloques para su sanción. La presidenta de la Nación, según informaron fuentes del oficialismo como la diputada Juliana Di Tullio, no pondría obstáculos a su promulgación.
El escollo en tanto lo representa la Comisión de Presupuesto, cuyo presidente, Gustavo Marconato, sigue sin convocar a una reunión que viene demorando más allá de los plazos reglamentarios (los treinta días que se estipulan vencieron el 26 de mayo). La agenda electoral no debería paralizar al Congreso ni retrasar la discusión y sanción de leyes vitales como esta.