Por Nancy González
Hoy, 7 de junio, se festeja el día del periodista en conmemoración a la fecha de la primera publicación de la Gaceta de Buenos Aires. Es interesante recordar que dicha Gaceta no era una empresa privada, sino un órgano de difusión que el gobierno creyó imprescindible para propagar las ideas revolucionarias que inspiraban al movimiento patriótico. Es decir, que el primer medio periodístico que vio la luz en nuestro suelo, no era un medio “independiente”, sino que respondía a un propósito especifico, como lo era la divulgación de la revolución.
Resulta entonces evidente que, ya desde aquellos primeros días de nuestra patria, se concebía a los medios periodísticos como una herramienta, y una muy poderosa, con la cual se puede generar opinión en la gente, divulgar ideas, controlar a los gobiernos en el correcto desempeño de sus funciones, etc. Pero también como un arma peligrosísima que permite engañar y distorsionar.
Durante muchos años, se nos ha hecho creer que los periodistas no responden más que a su deseo altruista de decir la verdad, y que el periodismo consistía solo el divulgar esa verdad sin ningún tipo de visión subjetiva sobre la misma. Con lo cual, el periodista era un observador imparcial e incuestionable de la realidad.
Hoy, luego de mucho caminar en nuestra imperfecta y tumultuosa pero digna democracia, hemos entendido que ello no es posible, que toda noticia está cargada de opiniones, que los periodistas tienen un deber fundamental e ineludible de comprometerse, no solo con la verdad, sino con sus ideas, y que mientras más ideas tengamos, más rica y comprensible será nuestra realidad.
Esto no implica que el compromiso con “la verdad” deba ser dejado de lado. Por el contrario, este debe estar más firme que nunca, ya que, como decía Mariano Moreno, “La verdad, como la virtud, tienen en sí mismas su más incontestable apología; a fuerza de discutirlas y ventilarlas aparecen en todo su esplendor y brillo: si se oponen restricciones al discurso, vegetará el espíritu como la materia; y el error, la mentira, la preocupación, el fanatismo y el embrutecimiento, harán la divisa de los pueblos, y causarán para siempre su abatimiento, su ruina y su miseria.”
En este día tan especial entonces, quiero extender mis más cordiales y respetuosos saludos a todos aquellos periodistas que se comprometen todos los días con su verdad, en el entendimiento de que su tarea es fundamental para el engrandecimiento de nuestra Nación.
Diputada nacional FpV-Chubut