Se realizó en el Salón Dorado de la Legislatura porteña un seminario dedicado a tratar las debilidades y fortalezas del control público en la ciudad de Buenos Aires;
Organizada por el presidente de la Comisión de Presupuesto, Alvaro González, la jornada dedicada a analizar la gestión de los organismos de control se realizó este martes en el Parlamento porteño; el evento contó con la presencia de legisladores y funcionarios.
En el primer panel acerca de "La gestión de los Organismos de Control Público de la Ciudad de Buenos Aires" disertaron Sandra Bergenfeld, Presidenta de la Auditoria General de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini, Defensora del Pueblo porteña y el Presidente del Ente Único Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, Lisandro Ferrali.
Luego se llevó a cabo el panel sobre "Los Organismos de Control y sus destinatarios" donde se presentaron los diputados Martín Ocampo (PRO), Diego Kravetz (Peronista), Martín Hourest (Igualdad Social), la diputada Nacional y candidata a Jefe de Gobierno por la UCR, Silvana Giudici y el Auditor Supervisor de la Auditoria Gral de la Ciudad, Guillermo García.
En primer lugar, Ocampo sostuvo que el sistema de control de la ciudad es una herramienta imprescindible para la calidad de las instituciones. "Es muy importante la participación de los vecinos en las cuestiones que tienen que ver con el control. En cuanto al control de la gestión del poder, sería muy útil poder mejorar la calidad del control de dos de los poderes centrales como el legislativo y el judicial. Sobre las fortalezas del sistema de control, destaco que es muy articulado, sobre la debilidad, creo que hay que poner el acento en alguna manera de gestionar la cosa pública".
Luego Hourest subrayó que el "debe más profundo del sistema de control es el encapsulamiento en la provisión de insumos. Son 4 los sentidos que debe tener el sistema de control de la Ciudad: la integralidad, la oportunidad, la accesibilidad y la sociabilidad, en esto último me detengo, es que estos mecanismos deben llegar a la sociedad civil. Los organismos de la Ciudad tienen facultades incompletas que redundan en una menor capacidad de control, hay que generar una instancia de discusión sistémica. El problema es cuando una sociedad deja de financiar los bienes públicos empieza a hacerlo desde el área privada".
A su término, Kravetz defendió el trabajo de la Auditoria y de la Defensoria. "El hecho de que se cumpla con la planificación es importante, el trabajador de la Auditoria y de la Defensoría han logrado estabilidad laboral y esto se dio con el consenso legislativo. Creo que ambos organismos han mejorado, en tanto el Ente tiene una tarea más compleja que lidia con las empresas privadas, aún así ha mejorado. El desafío de los organismos de control en los próximos años va a tener que ver con la descentralización que se va a dar a partir de esta elección".
Por último, Giudici afirmó que "la sociedad es la que se debe estar preguntando qué es lo que hacen los organismos de control, se pregunta cómo nadie se entera de lo que ocurre con ciertos hechos de corrupción. La Constitución de la Ciudad prevé un mecanismo de control basado en la Auditoria y la Defensoría, que la Ley 70 viene a perfeccionar. Hay que revisar este sistema con una visión más integral y allí es muy importante el monitoreo social, rendirle cuenta a los vecinos, hay que lograr que los organismos de control sean eficientes. Debemos propender a corregir el desvío antes de que suceda".