Por María Cristina Regazzoli
Han pasado 55 años de los heroicos sucesos del 9 de junio de 1956. Pero también pasaron 55 años de la infamia que se produjo en esa misma fecha.
Los peronistas tenemos bien marcada en nuestros calendarios esta fecha.
En nuestro país era una costumbre, a lo largo de su historia, que militares y civiles se asociaran para quebrar la vida institucional democrática. Esto fue así antes y después del 9 de junio de 1956. Pero una de las particularidades principales de ese día fue que se produjo una confluencia de intereses cívico-militares para reponer a un gobierno que había sido elegido democráticamente por el pueblo argentino.
La infamia se hizo presente cuando los violentos creyeron, una vez más, que el clamor popular se calla con balas.
La infamia también estuvo cuando los mismos que habían apoyado el bombardeo y el golpe también aplaudieron los fusilamientos de José León Suárez.
Yo soy una de las representantes del peronismo de La Pampa, y debo decir que en esa provincia el 9 de junio de 1956 dejó huellas.
Algunas todavía se pueden ver en las paredes de Radio Nacional, fruto de los balazos con que se atacó el edificio.
Radio Nacional Santa Rosa fue la única emisora que pudo ser tomada por los leales a Juan Domingo Perón, para leer la proclama a favor de su regreso.
Puedo decir con orgullo que fue mi padre, Aquiles José Regazzoli –luego gobernador- uno de los sublevados. Esa participación le valió a toda la familia el oprobio, la persecución y la cárcel.
Hoy podemos decir, más de medio siglo después, que lo que buscaban los que querían el retorno de Perón no era solamente que volviera un presidente, sino que volviera el líder popular que había escuchado, como nadie, el sentir de la gente y que había respondido a las necesidades del pueblo con soluciones dignas y concretas.
“Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía”, dijo el General Juan José Valle antes de ser asesinado, resumiendo en esta frase en sentir de millones de argentinos que apostaban por la vida y la libertad.
María Cristina Regazzoli es diputada de la Nación