El escándalo que involucra a Sergio Schoklender y que surgiera en el seno de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, tuvo fuerte repercución política en la ciudad de Bienos Aires, donde los porteños imputan una mayor responsabilidad de los hechos a Hebe de Bonafini pero también, en menor medida, al Gobierno nacional.
El affaire, de amplia difusión mediática a partir de los bienes de lujo hallados a nombre de Sergio Schoklender o de sus empresas (una Ferrari, un yate, un avión y varias propiedades) viene siendo motivo de comentario masivo, a tal punto que más del 85 por ciento de los consultados asegura que está al tanto del espinoso tema.
Así lo determinó la consultora especializada OPSM, que dirige Enrique Zuleta Puceiro y que entre los días 6 y 10 de junio recogió una muestra sobre 600 casos representativa de la población porteña, con un margen de error +/- 3,5 por ciento.
En la encuesta se determinó que el 60,6 por ciento de los porteños considera que el caso "reviste trascendencia y gravedad institucional y política", mientras que otro 24,3 por ciento sostiene que sólo "afecta a la vida interna de la Fundación Madres de Plaza de Mayo".
En tanto, un 27,1 por ciento de los consultados estima que "es un tema de fraude de Schoklender" a las Madres, mientras que un 48,5 por ciento advierte que el caso "envuelve también a la presidenta Hebe de Bonafini" y otro 21,4 por ciento no se anima a repartir responsabilidades.
El sondeo también determinó que para el 25,2 por ciento de los consultados el escándalo Schoklender afectó negativamente la imagen que tenía de las Madres de Plaza de Mayo; otro 16,4 por ciento sostuvo que la afectó "algo" y el 34 por ciento en "nada".
En lo que la mayoría de los porteños se puso de acuerdo es en que Bonafini tiene mucha responsabilidad en lo ocurrido (50,4 por ciento), aunque al tope del reparto de culpas se encuentran los hermanos Schoklender (76 por ciento).
Un 20,1 por ciento señala como responsable al Gobierno nacional, mientras que otro 36 por ciento dice que la Casa Rosada tiene "alguna" responsabilidad en el hecho.
El Gobierno, según informaron algunos obervadores, también mandó a medir el impacto social del escándalo Schoklender.
Algunos analistas ya advierten que el caso tendrá alguna influencia en las elecciones de la Capital Federal, que se realizarán el próximo 10 de julio.