Sobre el cierre de listas, la agrupación conformada por socialistas y el GEN, entre otras agrupaciones, incorporó a sus listas dirigentes molestos con sus partidos.
Suele suceder que sobre el cierre de listas algunas agrupaciones recojan “heridos” de otros sectores. Y este cierre de listas no fue la excepción. Se dio en el caso del Frente Amplio Progresista, que absorbió desencantados de la Coalición Cívica y el radicalismo.
Un caso puntual fue el del diputado provincial bonaerense Sebastián Cinquerrui, que se fue de la Coalición Cívica molesto con la incorporación de Mario Llambías al frente de la lista que a nivel presidencial encabeza Elisa Carrió. Primero amagaron con desafiar presentando una lista para las primarias de agosto, pero después el legislador se fue al Frente Amplio Progresista, donde le asignaron el sexto lugar de la lista de diputados nacionales.
Otro caso fue el de Sandra Rioboó, diputada nacional del radicalismo, que no digirió el acuerdo entre su partido y el de Francisco de Narváez, y se fue al Frente Amplio Progresista, donde le asignaron el segundo lugar en la lista de candidatos a senadores nacionales de la provincia de Buenos Aires.
Convengamos que mucho antes del cierre de listas, el FAP ya se había nutrido de dirigentes de Proyecto Sur que optaron por integrarse a la coalición que lleva como candidato presidencial a Hermes Binner, como los casos de los dirigentes de la CTA Claudio Lozano y Víctor De Gennaro, que encabezarán las listas de Capital y Provincia.
