Una verdadera encrucijada deberá enfrentar el Gobierno nacional durante los próximos 30 días ya que en ese período se realizarán elecciones en tres distritos estratégicos que tendrá implicancias muy relevantes para las elecciones primarias, obligatorias, abiertas y simultáneas que se llevarán a cabo en todo el país el próximo 14 de agosto y para las presidenciales después.

La serie de test electorales se inicia en la Ciudad de Buenos Aires donde el actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri, ya tiene asegurado su pasaje al balotaje, al igual que su competidor principal, el senador kirchnerista, Daniel Filmus, según los sondeos de la mayoría de las consultoras. Simplemente resta saber cuanta ventaja sacará en esta primera vuelta el líder del PRO.

Para el balotaje que se realizará el 31 de julio, es opinión generalizada de que el titular del Ejecutivo porteño también corre con ventaja ya que, según se evalúa, se vería beneficiado con un nutrido caudal de votantes, que en la primera vuelta votarían al espacio que lidera el cineasta Fernando “Pino” Solanas y de sufragantes que hubieran emitido su voto para apoyar a la fuerza de Elisa Carrió. No es descabellado entonces, vaticinar un triunfo holgado de Macri en la segunda vuelta.

Si se confirma todos los vaticinios, MM inauguraría una secuencia de traspiés que tendría el kirchnerismo dentro del calendario electoral previsto para los próximos 30 días.

Santa Fe

Previo a la segunda vuelta en la Ciudad la gestión K deberá lidiar el 24 de julio con la realidad política de la provincia de Santa Fe, territorio en el cual si uno se atiene a los números que entregan las encuestas de opinión que circulan en los corrillos políticos, el heredero del socialista Hermes Binner, será su actual ministro de Gobierno, Antonio Bonfati; pero para sorpresa de una considerable cantidad de observadores, esos mismos sondeos revelan que el PROperonista, Miguel del Sel, puede dar la gran revelación, ya que está a pocos puntos por debajo del actual funcionario socialista.

Estas cifras son descartadas por el candidato del Gobierno nacional, el presidente del bloque K en la Cámara baja, Agustín Rossi, quien considera que los datos “están inflados”. Confía en los votos peronistas y de los que le puedan acercar los sectores denominados “progresistas”, aunque es conciente que el sector agrario le pasará la factura por su verticalismo inquebrantable hacia la Casa Rosada. Más allá de la confianza de Rossi, la realidad estará marcando que Santa Fe sería otra provincia esquiva a las pretensiones de la Casa Rosada.

Córdoba

Es otro distrito donde el derrotero aciago que deberá afrontar el kirchnerismo en los próximos treinta días lo ubica nuevamente como su tercera caída. Cabe recordar que la sucesión de Juan Schiaretti desató una disputa al todo o nada entre el senador Luis Juez, el diputado radical Oscar Aguad y el peronista histórico José Manuel de la Sota que quedará saldada el 7 de agosto.

En la provincia mediterránea, el dirigente y ex gobernador peronista tras un idilio con los K cordobeses rompió finalmente al no acordar las nominaciones para los cargos electivos. Una ruptura que dejó sin candidato a los cristinos y que pondrá de relieve los serios trastornos que sufrirá CFK hasta llegar a las ahora denominadas primarias de agosto, en las que repercutirán innegablemente los tropiezos electorales que acumulará hasta la fecha del 14 de agosto.

En este distrito las encuestas indican que la pelea final será entre De la Sota y Juez, aunque en las últimas semanas creció la figura de Aguad. En rigor, ninguno de los tres candidatos cantará victoria para las huestes kirchneristas.