En el búnker que Proyecto Sur instaló en Hipólito Yrigoyen al 800 para seguir el desarrollo de la elección porteña se respiraba el domingo un aire de estricta reserva y desconfianza ante las cifras del boca de urnas que circulaban. Cifras que más tarde serían confirmadas, dando a Fernando “Pino” Solanas en el tercer lugar […]
En el búnker que Proyecto Sur instaló en Hipólito Yrigoyen al 800 para seguir el desarrollo de la elección porteña se respiraba el domingo un aire de estricta reserva y desconfianza ante las cifras del boca de urnas que circulaban. Cifras que más tarde serían confirmadas, dando a Fernando “Pino” Solanas en el tercer lugar de la carrera para ocupar el sillón de Bolívar 1, bien lejos de lo que aspiraba alcanzar. En una de sus apariciones ante la prensa, el vicepresidente segundo de la Legislatura porteña, Julio Raffo, antes de dirigirse al público quiso probar el sonido, a sabiendas de que los micrófonos no andaban mejor que Proyecto Sur en el escrutinio.
Usó el típico “1, 2, 3, probando”, y desde el fondo del comando de campaña se escuchó una voz lejana que le sugirió: “No vas a decir 6, 7, 7…”. Entre risas, el legislador pinista se hizo eco y continuó: “1, 2, 3, 4, 5…, 9, 10…”.
