Tras el rotundo triunfo de Mauricio Macri, el PRO tendrá a partir del próximo 10 de diciembre 26 legisladores, mientras que Proyecto Sur sumará 11. El FpV tendrá 7 y sus aliados 8. Si se unifican -algo difícil- serían la segunda minoría.
Sin duda alguna Mauricio Macri ratificó -con su rotundo triunfo- su liderazgo en la Ciudad de Buenos Aires. La amplia ventaja lograda por el PRO, sin embargo no le alcanzó para ganar en primera vuelta, por lo tanto habrá balotaje el 31 de julio.
La victoria de MM le ha dado un fuerte impulso a su rol político y le ha permitido respirar a la oposición kirchnerista.
El mito de la invencibilidad de Cristina Fernández de Kirchner se ha caído como un castillo de naipes con la victoria macrista. En rigor, ya venía de sufrir un duro revés en la provincia de Tierra del Fuego a manos de la actual mandataria, Fabiana Ríos, quien derrotó -contra todos los pronósticos- a la representante del oficialismo nacional, Rosana Bertone en segunda vuelta, luego de haber sido derrotada por la diputada nacional en la primera ronda.
El kirchnerismo intenta apartar del mal trago a la presidenta al sostener que la misma no se involucró prácticamente en la campaña de Daniel Filmus y que la Ciudad de Buenos Aires siempre se ha mostrado esquiva a las prácticas políticas K. Pero es cierto también que Macri, una de las figuras más representativas de la oposición, obtuvo mejor resultado que en la primera vuelta de 2007, y que Filmus, aunque ha mejorado su performance, no ha conseguido siquiera alcanzar el 30% que suponía era el piso mínimo, de cara a la segunda vuelta.
También debería tenerse en cuenta que la victoria de Macri, acogida casi como propia por grupos opositores muy distintos, incluso lejanos a sus tesis políticas, puede ser seguida por otras dos derrotas del kirchnerismo, si se cumplen las predicciones de los sondeos en las elecciones que se celebrarán en las provincias de Santa Fe y Córdoba, en las próximas semanas.
Al respecto sostenía un importante dirigente radical que “lo importante no es sólo que un opositor haya ganado en Buenos Aires, sino que más del 70% de los votantes de la Capital Federal han expresado, de una forma o de otra, que no apoyan a la presidenta”. El propio candidato presidencial de la Unión Cívica Radical, Ricardo Alfonsín, aseguró que, si fuera porteño, en segunda vuelta, “votaría contra las pretensiones hegemónicas del Gobierno nacional”.
Ya con miras a las presidenciales de octubre desde el PRO advierten, sin embargo, que Macri representa al electorado porteño “pero no decide por él”. Es posible que los votantes se identifiquen con las propuestas del macrismo y que cuando llegue el momento de votar en las nacionales miren con plena independencia cual de los candidatos les ofrece una propuesta más creíble en ese plano.
Firme
Por su parte Daniel Filmus manifestó que no piensa abandonar la pelea, como le habrían sugerido algunos dirigentes K, inquietos ante la posibilidad de un resultado final espectacular de Macri, en fechas demasiado cercanas a la primarias nacionales, que se celebrarán el 14 de agosto.
Las expectativas del senador oficialista son realmente escasas, no tanto por su cosecha de votos, sino por la mínima diferencia que le ha quedado a Macri de lograr la mayoría absoluta: necesita menos de tres puntos para imponerse, mientras que el candidato kirchnerista tendría que conseguir más de 22 nuevos puntos. “El peligro amarillo” en referencia al color que utiliza en su campaña Mauricio Macri, fue el título en primera plana del principal diario prokirchnerista de la Capital Federal, Página 12, en la que da casi por perdida la próxima batalla.
Incluso, aunque votara a Filmus la totalidad de quienes apoyaron al tercer candidato, Fernando “Pino” Solanas, (12,8% de los sufragios), el senador por la Ciudad de Buenos Aires no alcanzaría la mayoría. Solanas, con un proyecto de izquierda, anunció además, que sus seguidores tendrán absoluta libertad de voto para la segunda vuelta.
Macri, que renunció a presentarse como candidato presidencial para asegurar que su partido no perdiera el control de la Capital Federal , intentó en la noche del domingo retomar su discurso “nacional”. “Asumí un compromiso de trabajar por la unidad nacional que quiero ratificar ahora”, remarcó en su primera intervención pública.
En la noche del 11 de julio pasado el titular del Ejecutivo porteño pronunció un discurso muy moderado, dirigido al resto de la fragmentada oposición, e intentó acentuar los aspectos sociales de su política: “La pobreza que padece un sector importante de los argentinos no es una cuestión ideológica”, aseguró entonces.
Nueva composición
La nómina de legisladores macristas, encabezada por el rabino Sergio Bergman logró retener las 14 bancas que ponía en juego en la Legislatura e incluso sumó dos escaños más.
En tanto, el legislador kirchnerista Juan Cabandié a la cabeza de la lista del Frente para la Victoria, lograba la reelección para él y para Gabriela Alegre y sumó otras tres bancas; mientras que los otros cuatro escaños logrados se dividieron entre los aliados. Dos bancas para el ibarrismo y dos escaños para Nuevo Encuentro. Ambas agrupaciones llevaron una boleta de adhesión la fórmula Filmus-Tomada.
Proyecto Sur, que no arriesgaba ninguna banca propia, sumó cuatro escaños para su bloque, mientras que la Coalición Cívica defendió sólo una de las dos bancas que puso en juego.
La UCR no pudo sumar ningún escaño en el Parlamento de la Ciudad y el ex jefe de Gobierno, Jorge Telerman -que fue candidato al Ejecutivo y a la Legislatura- no logró entrar.
Con este escenario, el bloque del PRO que preside Cristian Ritondo, sumará 26 legisladores a partir del próximo 10 de diciembre y quedará solamente a cinco escaños de lograr el quórum propio.
El Frente para la Victoria logró sumar a su bloque a la polémica ex vicepresidente del INADI, María Rachid, a quien se agrega Alejandro Amor. Además, ingresaron cuatro aliados del kirchnerismo: Aníbal Ibarra -que resultó reelecto- y Susana Rinaldi, por el Frente Progresista y Popular, y Gabriela Cerruti y Edgardo Form de Nuevo Encuentro. Se especula que tanto las huestes de Ibarra como el espacio de Nuevo Encuentro no confluirán en el bloque K, aunque seguramente jugarán en la misma línea a la hora de la votación.
Al igual que el kirchnerismo, Proyecto Sur también fortaleció su posición en la Legislatura, dado que al bloque de siete legisladores que tenía, sumó cuatro escaños más que serán ocupados por Pablo Bergel, Virginia González Gass, Claudia Neira y Alejandro Bodart.
Sin embargo, quedó mal parada la
Coalición Cívica, que de las dos bancas que arriesgó en este turno electoral, perdió una. Por el espacio fue elegido Maximiliano Ferraro.
Todas las bancas
PRO (26): José Luis Acevedo, Sergio Bergman, Fernando De Andreis, Rogelio Frigerio, Alejandro García, Jorge Garayalde, María Raquel Herrero, Marina Klemensiewicz, Daniel Andrés Lipovetzky, Oscar Moscariello, Victoria Morales Gorlero, Martín Ocampo, Enzo Pagani, Carmen Polledo, Daniel Agustín Presti, Francisco Quintana, Helio Rebot, Cristian Ritondo, Lía Elena Rueda, Lidia Saya, Bruno Screnci Silva, Gabriela Eugenia Seijo, Karina Spalla, Carolina Stanley, Marta Varela y
Oscar Zago.
Proyecto Sur (11): Fabio Basteiro, Pablo Bergel, Alejandro Bodart, Adrián Camps, Laura García Tuñón, Rafael Gentili, María América González, Virginia González Gass, Claudia Neira, Julio Raffo y Jorge Selser.
Frente Popular para la Victoria (7): Gabriela Alegre, Angel Amor, Juan Cabandié, Juan Carlos Dante Gullo, María José Lubertino, María de la Cruz Rachid y
Francisco Nenna.
Coalición Cívica (5): Pablo Arenaza, Maximiliano Ferraro, Adriana Montes, Fernando Sánchez y Rocío Sánchez Andía.
Diálogo por Buenos Aires (3): Aníbal Ibarra, María Elena Naddeo y Susana Rinaldi.
Nuevo Encuentro (2): Gabriela Cerruti y Edgardo Form.
Bloque Peronista (2): Claudio Palmeyro y Mateo Romeo.
Unión Cívica Radical (2): Antonio Campos y Claudio Presman.
Solidaridad e Igualdad (1): Delia Bisutti.
Unión Federal (1): Daniel Amoroso.
