“Luego de ocho años de crecimiento económico ininterrumpido, una feroz y urgente crisis habitacional atraviesa por entero nuestro país, cobrándose hace pocos días cuatro víctimas fatales”, expresó la diputada Victoria Donda para quien “a pesar de las relucientes e inmensas carteleras, que bajo la irónica firma de ‘Presidencia de la Nación’, prometen desde hace años la construcción de viviendas dignas para los sectores más necesitados de nuestro pueblo, la realidad nos mostró su peor cara en la provincia de Jujuy. Con este contexto de fondo, hace escasas horas, el gobierno kirchnerista nos indicó cómo interpreta estos lamentables sucesos, y una vez más no dejó de sorprender a propios y ajenos”.

En este sentido, la diputada nacional por Libres del Sur reflexionó que “ya no sólo el Gobierno nacional se lava las manos con el gobernador jujeño Walter Barrionuevo, al cual vemos siempre sentado en las primeras filas de los actos oficiales, sino que además ahora optó por mostrarnos que es capaz de todo, hasta de criminalizar la protesta social”.

Consultada sobre este último concepto, la joven diputada consideró “inadmisibles las declaraciones de Juan Abal Medina, secretario de Medios de un gobierno que dice sentirse heredero del ideal de justicia social y que fue capaz de adoptar la tristemente célebre ‘Teoría de los Dos Demonios’, para lavarse las manos ante muertes por represión que vuelven a estallarle en la cara. Según Abal Medina ‘hubo armas de un lado y armas del otro y que no era posible ni gobernar ni protestar con las armas en la mano’”.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos se preguntó si “este secretario de Estado, que según él mismo es un ultra K, olvidó que las cientos de familias que exigen por un techo digno en todo el país ya están cansadas de las falsas promesas que el Gobierno nacional hace y que justamente los que gobiernan con armas en la mano, está a la vista, que en el transcurso del último año dejaron como saldo de las protestas sociales los asesinatos de tres jóvenes en Bariloche, de dos miembros de la comunidad Qom en Formosa, de otras tres personas en la toma del Indoamericano, del militante del Partido Obrero Mariano Ferreira y de unas nuevas cuatro víctimas en Jujuy”.