Algunas voces de la oposición adelantaron que, a juzgar por el resultado de las primarias, avanzamos hacia un Parlamento en el que el kirchnerismo tendrá una presencia mayor a la que nunca tuvo. En Diputados, no será así, aun cuando se repitan calcados los guarismos de las primarias. Un cálculo basado en los datos del 14 de agosto echa luz sobre el tema.
Todavía muy golpeados por la contundente derrota en las primarias, varios dirigentes de la oposición salieron a sugerirle al electorado que acababa de votar mayoritariamente al oficialismo, que mantuviera un equilibrio en el Congreso. Esto es, Ricardo Alfonsín, Javier González Fraga y Elisa Carrió, por citar sólo los primeros ejemplos que pudieron escucharse al día siguiente del cristinazo, se daban un baño de realidad público abdicando de sus posibilidades de acceder al Ejecutivo y haciendo votos al menos para que la derrota prevista para el 23/10 no sea tan contundente.
Las primeras elecciones primarias celebradas en la Argentina tuvieron un efecto contraindicado. En lugar de servir para ordenar las candidaturas, que es el fin original de esa interna abierta, operaron como una suerte de virtual primera vuelta, y por su contundencia parecieron vaciar de utilidad la verdadera elección. Pero la cita electoral prevista para dentro de dos meses definirá la radiografía política de los años que vienen, institucionalmente hablando. Sobre todo el próximo bienio, en términos legislativos.
Un tema clave para el oficialismo y la oposición, como quedó demostrado en la última elección, cuando la oposición dejó al kirchnerismo sin mayoría en la Cámara baja, y consecuentemente el oficialismo también la perdió en el Senado. Igual que no hicieron falta votos para modificar la situación en la Cámara alta, así volvieron las aguas al cauce kirchnerista con el correr del tiempo. Pero en Diputados la situación se mantendrá al menos hasta el 10 de diciembre, aunque ni siquiera una arrolladora victoria del Frente para la Victoria como la del 14/08 le alcanzaría al oficialismo para volver a la situación previa a 2009, cuando dominaban el quórum. La razón de ello es que el FpV renueva en las próximas elecciones muchos legisladores, producto de la buena elección de 2007. Otro sería el cantar si lo que estuviera en disputa fuera el resultado de 2009, pero para eso hay que esperar a 2013.
La experiencia de estas primarias sirve no sólo como una verdadera encuesta nacional, sino también para imaginar sobre todo lo que sucederá con el oficialismo, que por la magnitud del resultado bien podría haber alcanzado su techo.
Distrito por distrito
130 son las bancas que se ponen en juego en la Cámara baja, y veamos qué sucedería de repetirse calcado el resultado de las primarias en octubre.
En la gigantesca provincia de Buenos Aires, el Frente para la Victoria consiguió un resultado espectacular para diputados: 53,70%, pero convengamos que también en 2007 el resultado había sido muy bueno (46,02%), y le valieron 20 escaños. En esa oportunidad, el 3,75% que alcanzó la Alianza Sociedad Justa no fue suficiente para lograr un diputado. La hoy venida a menos Coalición Cívica consiguió 9 bancas, Unión Pro 4 y la UCR 2.
Afinando el lápiz del sistema D’Hont, el 3,54% no le alcanzaría a la CC para revalidar siquiera una de esas bancas. Y tampoco al FpV para hacer mucha más diferencia, a pesar de haber logrado 7 puntos más que hace cuatro años. Esa diferencia sólo le valdría un diputado más: 21.
Detrás, UDESO y el Frente Popular se quedarían con cinco escaños cada uno, en tanto que el Frente Amplio Progresista y Compromiso Federal se llevarían dos cada uno.
Siguiendo por riguroso orden alfabético, en Catamarca la situación se presentó relativamente equilibrada en 2007, cuando el Frente Cívico y Social se impuso por un 31,18%, sobre el FpV que consiguió un 20,67 y ambos se repartieron un diputado cada uno. En las primarias, el Frente para la Victoria se impuso como en todos lados (menos San Luis), con un 62,01% contra el 25,67 del Frente Cívico y Social. Las dos bancas serían para el kirchnerismo.
Vayamos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde si bien el Frente para la Victoria obtuvo allí la victoria menos holgada, el kirchnerismo hace mejor diferencia, ya que renueva sólo dos bancas. Ganadora de aquella elección, la Coalición Cívica obtuvo con su 15,29% tres escaños en 2007, mientras que el Partido Socialista se alzó con dos bancas, el Pro con otras tantas, mientras que con una se quedaron Diálogo por Buenos Aires, Proyecto Sur y la UCR.
De repetirse los resultados del domingo, el Frente para la Victoria se quedaría con cinco diputados (+3), el Pro con tres (+1), y luego se repartirían las cuatro bancas restantes el FAP, Unión Popular, Compromiso Federal y la Coalición Cívica.
Vayamos a Córdoba, donde hay nueve bancas en juego. En 2007 Cristina Fernández perdió en esa provincia, la única donde se impuso la fórmula Lavagna-Gerardo Morales. La UCR obtuvo entonces dos bancas (22,80%), igual que el ARI (17,94%) y el FpV (16,43%). Los restantes tres escaños se repartieron entre el Frente Córdoba Nueva, Acción por la República y Concertación para una Sociedad Justa. Según las primarias, el FpV (34,21%) se hubiera quedado con cuatro bancas; Udeso (17,65%) con dos; el FAP (14,64) con uno, igual que Compromiso Federal (13,71) y el Frente Popular (11,91).
En Corrientes, hay cuatro bancas en disputa. En 2007, la Alianza Frente de Todos se quedó con dos, mientras que la UCR y el PJ se repartieron las dos restantes. Con su 64,26%, el Frente para la Victoria se hubiera quedado ahora con tres, mientras que la restante hubiera sido para Udeso (17,04%).
Chaco renueva tres bancas, dos del oficialismo (49,33%) y una del Frente de Todos de ascendencia radical (27,81). El FpV arrasó esta vez con un 58,39%, pero sólo le serviría para renovar sus dos bancas. La restante hubiera sido para Udeso (25,39%).
En Chubut, hay tres bancas en discusión y el justicialismo se había quedado en 2007 con todas, al obtener un 53,29%. Esta vez el Frente para la Victoria se alzó con el 52,66% y retendría dos bancas, pues la restante sería para la lista Independiente del Chubut (25,30%).
Entre Ríos renueva cuatro cargos en la Cámara baja. En 2007 el FpV se quedó con dos (47,12%) y las dos restantes se la repartieron la UCR (18,51%) y el socialismo (18%). De repetirse en octubre el resultado de las primarias, el 48,06% del FpV le serviría para quedarse con tres bancas, en tanto que la restante sería para la Unión Cívica Radical (18,42%).
En Formosa, por más estrategias que haga la oposición, el oficialismo siempre se impone. Sucedió en 2007, cuando se alzó con el 75,70% de los votos y con ello los tres cargos en disputa; y pasó también en las primarias, donde el FpV retuvo el 70,24%. El 14,40% del Udeso no alcanzaría para rasguñar ni una banca.
En Jujuy, las tres bancas en disputa se repartieron en 2007 entre el FpV (37,68%), el Frente Jujeño (23,49%) y el Frente Primero Jujuy (20,41%). De acuerdo con las primarias, pese a los graves incidentes registrados las últimas semanas con las tomas, el FpV ganó terreno: se quedaría con dos escaños (52,81%) y uno sería para Udeso (24,58%).
En La Pampa, todo está como era entonces. En 2007, el justicialismo consiguió el 51,87% y con ello una banca, en tanto que los radicales, alineados en el Frente Pampeano Cívico y Social, consiguieron 34,09% y una diputación. El domingo, el kirchnerismo -bajo el curioso rótulo de Partido Humanista- consiguió un 46,58% y el Frente Pampeano, Cívico y Social un 29,40. Según el sistema D’Hont, las bancas se repartirían allí equitativamente.
En La Rioja, en la elección de 2007 el Frente del Pueblo Riojano se quedó con las tres bancas en juego, gracias a su 72,88%. En las primarias, el kirchnerismo perdió terreno, pues el FpV consiguió un 37,10%, el menemista Frente Popular Riojano 28,44% y la UCR un 19,88%. Una banca para cada uno.
Llegamos a otro distrito grande como Mendoza, donde el peronismo consiguió en 2007 tres de las cinco bancas en disputa y las dos restantes fueron para la Concertación que encabezaba el entonces electo vicepresidente Julio Cobos. Ahora, el Frente para la Victoria hubiera revalidado las tres bancas que pone en juego, con un 44,81%, en tanto que Compromiso Federal (17,12) y Udeso (16,51) se repartirían las dos restantes.
En Misiones, el Frente Renovador de la Concordia (38,74%) y el Frente para la Victoria (26,51%), ambos kirchneristas, se repartieron en partes iguales los cuatro cargos legislativos en disputa. Según las primarias, tres bancas serían para el Frente Renovador de la Victoria, que consiguió 48,32% y una para el FpV (16,02%).
En Neuquén, el Frente para la Victoria (36,69%) y el Movimiento Popular Neuquino (25,76%) repartieron en 2007 las dos bancas en juego. De repetirse el resultado de las primarias, las dos bancas en juego quedarían en manos del kirchnerismo.
En Río Negro se juegan tres cargos para la Cámara baja. En 2007, el Frente para la Victoria se alzó con dos de esos lugares, acompañado por el 33,51%, en tanto que la restante fue para la alianza Concertación para el Desarrollo (30,80%). El domingo 14, el Frente para la Victoria consiguió un 63,81%, contra un 16,41% de la UCR. Con ello, las tres bancas en disputa hubieran sido para el kirchnerismo.
En la provincia de Salta, en 2007 el enfrentamiento fue entre peronistas; ganó el Frente Justicialista para la Victoria (46,55%) sobre el Frente para la Victoria aliado con el Partido Renovador (40,11). Repartieron dos bancas para cada uno. En las primarias, el Frente para la Victoria consiguió allí un 57,14% y con ello se hubiera alzado con tres bancas; Udeso, con el 15,49% se llevaría la restante.
San Juan pone en juego tres escaños. En 2007, el 47,79% le valió al FpV quedarse con todas; en las primarias el kirchnerismo mejoró su performance, con el 67,69%, y obvio, las tres bancas seguirían en sus manos.
San Luis fue el único distrito donde perdió el kirchnerismo a manos de Compromiso Federal. También sucedió en 2007, cuando las dos bancas en juego quedaron para los Rodríguez Saá, que se alzaron con el 68,65% de los votos. En las primarias, Compromiso Federal logró el 58,55% y retendría ambos escaños. Sería la única provincia sin representación kirchnerista en la Cámara baja.
En Santa Cruz, donde el kirchnerismo perdió en 2009, en 2007 se había impuesto con el 67,84%, logrando las dos bancas en juego. En las primarias repetiría el resultado, con su 61,79%.
Llegamos a Santa Fe, donde se juegan diez bancas. En 2007, el kirchnerismo (36,28%) se quedó con la mitad, y el socialismo (33,67%) con las restantes. A juzgar por las primarias, el resultado sería similar. El Frente para la Victoria (38,16%) se quedaría con cinco bancas, el Frente Amplio Progresista (31,61) con cuatro y la Unión Cívica Radical (7,48%) con la restante.
En Santiago del Estero no hay mucha discusión. Ya en 2007 la victoria del Frente Cívico por Santiago fue amplia (52,39%) y las cuatro bancas en juego fueron para ellos. En las primarias, el 70,47% fue para el Frente Cívico por Santiago, que retendría todas las diputaciones.
Tres bancas se ponen en juego en Tierra del Fuego. En 2007, se repartieron en partes iguales entre el ARI (18,93%), Paufe (12,60%) y el Frente para la Victoria (10,63%). En las primarias, el Frente para la Victoria consiguió el 38,12% y con ello se quedaría con dos de las bancas en juego. La restante sería para el Movimiento Popular Fueguino (19,39%).
Por último, en Tucumán se disputan 5 diputaciones. En 2007, cuatro fueron para el FpV (63,74%) y la restante para el radicalismo (16,05%). Con porcentajes similares en las elecciones primarias, el reparto sería exactamente igual, pues el FpV consiguió el 60,91% y la UCR el 19,03.
Recapitulando
De repetirse en las legislativas de octubre el resultado de las primarias, el kirchnerismo se alzaría con 81 de las 130 bancas en disputa, a las que habría que sumar las cuatro del Frente Cívico por Santiago, notoriamente kirchnerista. Esto es, el 66 por ciento de los escaños en disputa serían para el kirchnerismo.
Igual, está dicho, no sería suficiente para que el oficialismo alcanzara el quórum propio. Actualmente el bloque del Frente para la Victoria reúne a 87 legisladores, de los cuales cincuenta renuevan su mandato. Con 81 más llegaría a 118, y con los aliados llegaría a 125.
Cerca del quórum estricto, pero siempre en base a la repetición de un resultado que como el del domingo es para muchos irrepetible. Aunque otros, entusiasmados, apuestan aun a aumentarlo. ¿No será mucho?
