“Lo que sucedió muestra lo nefasto de las leyes del justicialismo”. La frase le corresponde al senador radical Arturo Vera, que aseguró que en su ciudad, Federal, como no había que definir el postulante a intendente, el peronismo favoreció al precandidato de la UCR “que consideraron más débil” para competir el 23 de octubre, y se quejó por los decretos del gobierno provincial, que lidera Sergio Urribarri, que permitieron dicha situación en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 14 de agosto.

El legislador entrerriano señaló en un comunicado que lo sucedido fue “un ataque feroz al sistema democrático y de partidos llevado a cabo por la mayoría de la dirigencia justicialista, de la mano de la Ley 9.659, y los decretos del ejecutivo provincial 1.478 y 1.479/11”, que habilitaron “la interna abierta obligatoria y simultánea conjuntamente con la interna, también abierta y simultánea de candidatos nacionales”.

Vera explicó: “En Federal, el peronismo votó a sus candidatos a presidente, diputados nacionales, gobernador, diputados provinciales y senador departamental, no teniendo que votar a sus candidatos a intendente por tenerlos ya elegidos, y a quienes recién tendrán que respaldarlos en la general del 23 de octubre. Esta circunstancia hizo que esos electores, en su gran mayoría, dispusieran libremente de su voto a intendente, decidiendo sin duda, por instrucción de su dirigencia, colocar con su voto la boleta del precandidato radical Felipe Torres, razón que lo convirtió en ganador de la interna radical”.

El senador consideró que “no se trató de un voto espontáneo y honrado a favor de un candidato radical”, y destacó que hubo una maniobra que “llegó armada a los cuartos oscuros” para “afectar la fortaleza y estabilidad interna de la UCR, creándole un grave problema al ponerle el candidato por izquierda, mediante un voto ajeno que en octubre no lo tendrá el radicalismo”.

Vera detalló: “Los 3.500 votos obtenidos por el candidato a presidente del radicalismo, Ricardo Alfonsín, se dividen entre los dos precandidatos radicales y da como resultado 2.500 votos para Jorge Raffaelli, infiriéndose que el resto, alrededor de 1.000, debieron ser para su oponente. Pero al abrir los sobres que contenían las boletas completas del Frente para la Victoria (FpV), alrededor de 3.000 de las mismas contenían el voto cortado de Torres”.

Para el legislador, “el justicialismo se ha mostrado en su versión más antidemocrática, expresando en Federal, con su comportamiento en la interna radical, una actitud cuasi mafiosa”. Y concluyó: “Si esto no se corrige hacia el futuro, el proceso de decadencia de la argentina seguirá avanzando y, naturalmente, la democracia será sólo un nombre muy parecido a lo que sucedía en tiempos de los gobiernos conservadores, más conocidos como ‘el régimen’, que tanto tiempo vivió la Argentina”.