El Gobierno de la Ciudad envió a la Legislatura el proyecto de ley en el que solicita la aprobación del convenio suscripto entre el Ejecutivo y la empresa Solares de Santa María SA, cuyo objeto es construir un barrio con 11 torres en un plazo de 12 años y una inversión de 650 millones de pesos en la Costanera Sur.
La empresa IRSA quiere llevar adelante una propuesta urbanista en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors bajo el nombre de Santa María del Plata (en 2010 Solares de Santa Maria) que ocupará un predio de 70 hectáreas.
El anteproyecto -considerado de alto impacto ambiental- y denominado en el inicio de su presentación como un emprendimiento urbanístico denominado “Santa María de los Buenos Aires” cuenta con un dictamen favorable de la Comisión Interfuncional de Habilitación Ambiental porteña. El dictamen técnico de la Comisión reconoció a este anteproyecto como viable, pero estableció que antes de la realización de cada etapa se deberán llevar a cabo nuevas evaluaciones de impacto ambiental. Entre las cosas que se le cuestionan al anteproyecto de IRSA, figura que no se observan medidas de mitigación suficientes para compensar los efectos que la construcción desencadenará sobre la Reserva Ecológica Costanera Sur.
Por su parte lo primero que hicieron Eduardo Elsztain (de IRSA, propietario del 90% del terreno) y Jorge Pérez (The Related Group of Florida, del 10%) fue negar que Santa María del Plata vaya a ser un barrio cerrado, ya que contará con bulevares y parques públicos a raíz de las críticas que organizaciones ambientalistas habían realizado.
En tal sentido, el Ejecutivo de la ciudad envió al Parlamento el proyecto de ley Nº 1.647/2011 a través del que pide autorización para recibir “en cesión gratuita 273.655 m2 que serán destinados al trazado de calles y de espacios de uso y utilidad pública con la obligación de conservarlos y mantenerlos exclusivamente dentro del dominio público inalienable e imprescriptible de la ciudad y afectarlos y destinarlos al uso público y de acceso irrestricto mientras exista el emprendimiento para la apertura de calles y avenidas, canales de agua para fines hidráulicos, recreativos y paisajísticos en general, parques, plazas, plazoletas, bulevares y paseos peatonales”.
Desde IRSA aseguraron que el emprendimiento “Estará integrado a la Ciudad, como Puerto Madero”, explicaron. Si admitieron que apuntará a personas de alto poder adquisitivo: habrá docks, embarcaderos, un hotel, centro comercial, torres diseñadas por famosos arquitectos -como Rafael Vignoli y César Pelli- y complejos residenciales de hasta seis niveles. Se descartó la construcción de viviendas unifamiliares. El precio de las unidades partiría de U$S 5.000 el m2.
A diferencia de otros espacios vacantes de la Ciudad, la zona ya cuenta con un Código de Edificación, que le permite construir un millón de metros cuadrados en sus 70 hectáreas. De acuerdo con lo que confiaron Elsztain y Pérez lo que resta ahora es acordar con el Gobierno de la Ciudad las obras de infraestructura que se llevarán adelante -como el trazado de calles, espacios y servicios públicos- que representarían una inversión estimada de U$S 30 millones. En total, el proyecto implicaría un desembolso inicial de al menos U$S 120 millones. De salir todo como está planeado, su emplazamiento se prolongaría por lo menos 10 años.