La senadora del Frente para la Victoria (FpV) Ada Itúrrez de Cappellini presentó un proyecto de ley para regular “los establecimientos geriátricos y los destinados a la atención de personas con necesidades especiales, tanto físicas como mentales”.

El texto en cuestión detalla en el tercer artículo que “las personas que viven en establecimientos para la tercera edad tienen derecho a trato equitativo y digno acorde su condición”; “comunicación y a la información permanente”; “expresar su consentimiento para ser ingresados, permanecer o retirarse del establecimiento, salvo casos de insania, determinada por la autoridad judicial competente”; “mantener sus vínculos afectivos, familiares y sociales, y generar nuevos vínculos afines”; “a la intimidad y a la no divulgación de los datos personales”; y a “considerar la residencia u hogar como domicilio propio, con excepción de los hogares de día”.

Itúrrez de Cappellini expresa en los fundamentos de la iniciativa: “De la forma que hoy cultivemos los vínculos afectivos con nuestra descendencia, dependerá el trato que recibiremos de parte de nuestra familia cuando nos hallemos desvalidos. Sin embargo, hoy está en nuestras manos el establecimiento de una regulación que ponga fin a la laguna normativa. El Estado tiene una responsabilidad impostergable e ineludible de regular el marco legal que garantice, a quienes nos precedieron, una digna calidad de vida en su ancianidad”.