Tal como ocurrió el año pasado, un proyecto del diputado Héctor Recalde promete generar polémica en el ámbito laboral. Se trata de una iniciativa para derogar artículos sobre el contrato de trabajo y las relaciones laborales de la llamada “Ley de Pymes”. El abogado de la CGT defiende su propuesta y pide “terminar con los resabios del neoliberalismo”.
Por Carolina Ramos
No diferenciar entre los iguales”: bajo este slogan casi de campaña, el titular de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara baja, Héctor Recalde (FpV), defiende un proyecto que podría traer tantas repercusiones como aquel para repartir las ganancias de las empresas entre los trabajadores. Se trata, ni más ni menos, de la derogación de ciertos artículos de la ley vigente que actúa como marco regulatorio de las pymes.
La iniciativa no es nueva: el diputado ya la había presentado, pero al quedar “cajoneada” insiste ahora con su tratamiento, y sostiene ante Parlamentario que su objetivo no es quitar facilidades ni beneficios a las pequeñas y medianas empresas, sino legislar para lograr la igualdad de los trabajadores sea cual fuere el tamaño de la empresa.
¿Qué dice la ley que regula las pymes?
Hace 16 años se sancionó la Ley 24.467. Entre otras cosas, esta norma establece un régimen especial que regula el contrato de trabajo y las relaciones laborales en la pequeña empresa. Pero esta fue sólo una de las normas del paquete de leyes flexibilizadoras sancionado a mediados de 1995, que incluye, por ejemplo, la Ley de Quiebras, la Ley de Accidentes de Trabajo y la Ley de Conciliación Laboral Obligatoria.
“Esta ley, que se llamó ‘Ley pymes’, en realidad cuando legisla no legisla para las pymes, sino para las pequeñas empresas, que no es lo mismo”, aclara el abogado.
Recalde cuestiona esta ley ya desde la definición misma: “La primera observación es que caracteriza como pequeña empresa a una empresa que puede tener hasta 79 trabajadores. No existe en el mundo entero una caracterización de pequeña empresa teniendo tantos trabajadores”, advierte.
Por eso, el diputado sostiene que la filosofía de esta ley es “diferenciar entre los iguales”: “No hay trabajadores pequeños o medianos, son todos iguales. Lo que hay son empresas distintas. Hay que apoyar a las pequeñas empresas en serio, no con un número tan exorbitante de trabajadores, no con grandes facturaciones”.
El proyecto de Recalde
La diferenciación para los trabajadores de estas pequeñas empresas se ve reflejada, para el diputado, en tres cuestiones fundamentales: las vacaciones, el aguinaldo y el preaviso en el caso de los despidos.
“Con las vacaciones permite que los convenios colectivos puedan alterar la formalidad, los requisitos, el aviso y la oportunidad de goce de las vacaciones, pero ¿por qué vamos a diferenciar?”, se pregunta Recalde.
El autor del proyecto agrega que “lo mismo sucede con el aguinaldo, ¿por qué se puede fraccionar hasta en tres períodos? Eso es lo que quería Domingo Cavallo”.
Por último, en cuanto al preaviso, la ley vigente establece que en las pequeñas empresas “se computará a partir del día –y no del mes- siguiente al de su comunicación por escrito, y tendrá una duración de un mes cualquiera fuere la antigüedad del trabajador”.
“Esto es una ley absolutamente repudiada en su momento por una parte importante del movimiento obrero; otros consintieron. Con la idea de salir de la legislación flexibilizadora de los ´90 es que presentamos este proyecto”, enfatiza.
Contra la flexibilización laboral
Recalde no cree que su proyecto tienda a quitar facilidades a las pymes o afectar su competitividad. Por el contrario, se mantiene firme en su posición de que hay que terminar con la legislación que arrastra el período neoliberal en nuestro país.
“Toda la fundamentación de la flexibilización laboral fue que iba a ayudar, flexibilizando y quitándole derechos a los trabajadores iba a favorecer el empleo, que no haya trabajo en negro, que crezca el mercado interno, y pasó exactamente lo contrario”, critica el diputado, y sentencia que “no pueden ofrecer ninguno de los resultados prometidos, no pueden volver ahora con esos mismos argumentos que fueron defenestrados por la realidad”.
Finalmente, el titular de la Comisión de Legislación del Trabajo insiste en que “esta es una legislación que puede ser tildada incluso de inconstitucional, porque realmente no respeta la igualdad ante la ley” y concluye que “el compromiso es seguir avanzando con este proyecto que tiende a la igualdad, a la mejor distribución de la riqueza, al trabajo digno y a la generación de empleo”.
