Una de las primeras metas del segundo mandato de Cristina Kirchner es acordar con el denominado Club de Paris. El objetivo es acceder a los mercados de capitales.
Ya está decidido. Se sabe que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio órdenes concretas en esta última semana para acelerar las conversaciones con el denominado Club de París. El objetivo fijado por la Casa Rosada es concreto: después del 10 de diciembre la prioridad es cerrar en definitiva un acuerdo con Club de París.
“La bajada de línea es que tenemos que encontrar una forma para lograr un acuerdo con el Club de París”, puntualizó un funcionario del Palacio de Hacienda.
El objetivo es tener hacia fin de año un esquema negociado con los gobiernos que integran ese grupo acreedor.
Para ello, no se descarta estrechar un nuevo nivel de diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Si bien nadie va a presentar este tema como un acuerdo con el FMI, el objetivo es tener un mayor nivel de diálogo con el organismo que permita cerrar ese acuerdo hacia fin de año o comienzos de 2012.
“Es indudable que la palabra FMI es mala en el diccionario del Gobierno. De todas formas, empieza a verse una idea de encontrar algún punto de acercamiento para intentar cerrar ese acuerdo con el Club de París”, puntualizó otro de los funcionarios.
“El asunto es que se va a necesitar acceder a los mercados de capitales. De alguna forma se va a tener que diagramar un esquema de financiamiento que no dependa exclusivamente del propio Estado argentino”, reconoció la misma fuente.
Claro que para ello el Gobierno deberá hacer frente a una serie de desafíos. Entre los mismos figuran blanquear la situación del Indec, atacar la inflación, mejorar el balance de las cuentas públicas y comenzar a acotar los pedidos de incrementos salariales.
Y precisamente, en este último tema, en plena conferencia industrial, realizada hace pocos días en un hotel del centro porteño, se adoptó como uno de los aspectos centrales que los empresarios del sector trataron en ese foro fue el aumento salarial para el próximo año.
Uno de los ejecutivos de la UIA resaltó que “está claro que hay que empezar a bajar las expectativas de aumento salarial”.
“Cuando nosotros hablamos de inflación, hablamos de costos, de aspectos tributarios y especialmente de costo salarial. Sin dudas que en función del panorama local y externo no podemos seguir convalidando aumentos salariales como se vinieron dando en los últimos años”, subrayó el ejecutivo de la central fabril.
De allí es que se considera que la UIA no convalidaría aumentos de salarios superiores al 18 por ciento, y para ello contaría con el visto bueno de Casa de Gobierno.
Como se puede ver, empiezan a generarse determinados frentes de tormenta en el inicio del segundo mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El desafío de salir definitivamente del default, volver al mercado de capitales, encontrar financiamiento accesible, y por otro lado, enderezar negociaciones colectivas que se presentan como sumamente complicadas.
