Mientras diputados del macrismo arremetieron contra la Policía Federal por la inacción demostrada el jueves, legisladores de la oposición y gremialistas apuntaron hacia el pro por la acción de patotas.
Siguen los ecos de los gravísimos incidentes registrados a lo largo del jueves pasado en frente de la Legislatura porteña.
En el caso de los macristas, el titular de la Legislatura porteña, Oscar Moscariello, pidió que sea citado el jefe de la Policía Federal, Enrique Capdevila, a los efectos de explicar las razones de la no intervención durante los incidentes registrados en la Legislatura. Lo hizo a través de una presentación efectuada ante el juez federal Sergio Torres, con intervención del fiscal Guillermo Marijuán.
El vicepresidente primero de la Legislatura apuntó contra “grupos organizados de personas que por la fuerza y con violencia intentaron irrumpir en la Legislatura”, con el objeto de impedir el “normal funcionamiento” del Cuerpo. Asimismo acusó a “quien o quienes resulten responsables de la inacción de la Policía Federal Argentina, con motivo de los graves sucesos de violencia ocurridos”.
El legislador recordó que “un grupo de manifestantes, algunos con el rostro cubierto, intentó ingresar al edificio por la fuerza y con violencia a través de los dos accesos de la calle Perú (130 y 160) y el de la calle Hipólito Yrigoyen, a la que pretendieron incendiar”.
Por otra parte, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López, presentó junto al legislador kirchnerista Francisco “Tito” Nenna una denuncia por asociación ilícita contra “la patota que agredió a los docentes que manifestaron pacíficamente en las puertas de la Legislatura contra la eliminación de Juntas de Clasificación”.
La denuncia fue presentada en la Cámara del Crimen, y allí afirmaron que “existen pruebas que demuestran que los que agredieron a los docentes estaban organizados, llegaron en micros, tenían armas y decidieron actuar justo en el momento en que algunos legisladores del PRO entraban a la Legislatura”.
Por otra parte, las legisladoras porteñas Laura García Tuñón, de Buenos Aires para Todos, y la ibarrista María Elena Naddeo, se presentaron como testigos de los hechos ocurridos el jueves, afirmando que “un grupo de barras agredió a los docentes que se manifestaban pacíficamente con un abrazo a la Legislatura”.
Según Naddeo, “una patota de al menos 100 personas, con las caras encubiertas, traídas en forma organizada y con palos y cadenas, irrumpió en la calle Yrigoyen entre Perú y Bolívar para desalojar a los docentes que estaban allí manifestando”.
Naddeo, denunció a su vez, la “presencia de una patota de al menos cien personas, con las caras encubiertas, traídas en forma organizada y con palos y cadenas irrumpieron en la calle Yrigoyen entre Perú y Bolívar para desalojar a los docentes que estaban allí manifestando”. En su declaración agregó que “ante tal violencia buscó refugio en el edificio de departamentos situado al lado de la galería ubicada frente a la Legislatura y desde allí pudo ver los golpes y corridas propiciadas por estos matones”. La legisladora calificó el hecho de “muy grave porque fue orquestado y organizado”.
García Tuñón expresó que lo ocurrido el jueves pasado “es un hecho lamentable”; “esta patota llegó de improviso, hicieron un corralito para que pasaran los diputados del PRO y que pudieran ingresar. Esto demuestra una consonancia entre el adentro y el afuera, porque sino no hubieran abierto la puerta en medio de una batahola, mecanismo que aplicaron el resto del día dejando a la Legislatura en un estado de sitio. Llegaron muy impunemente y se fueron de la misma manera. Por eso responsabilizamos al gobierno de Macri”.
