Uno de los cargos más disputados en esta nueva elección de autoridades en la Cámara baja era, sin dudas, la vicepresidencia tercera. Disputaron ese lugar el Frente Amplio Progresista y el Peronismo Federal, que buscan ser la primera fuerza opositora en este recinto.

El primero en hablar fue Claudio Lozano, quien propuso a su par del FAP Alicia Ciciliani esgrimiendo el argumento del “respeto por el voto popular”, recordando que su fuerza “obtuvo el segundo lugar en las elecciones del 23 de octubre”. Y fue ella quien, finalmente, se quedó con el puesto.

El momento decisivo llegó cuando el titular del bloque del FpV, Agustín Rossi, dio a conocer el apoyo de su bancada a la diputada socialista, aunque reconoció que se trató de una “votación que no tuvo el consenso necesario” y que su fuerza fue “respetuosa de los dos tipos de criterios” –refiriéndose a los dos bloques que disputaban el puesto-.

Por su parte, el líder de la bancada radical, Ricardo Gil Lavedra, anunció que la voluntad de “la mayoría de sus integrantes” fue el apoyo a Ciciliani para ocupar el cargo.

A su turno, el nuevo líder del Peronismo Federal, Enrique Thomas, insistió con la designación del cargo para su bloque y propuso al denarvaísta Gustavo Ferrari: “Reclamamos lo que nos corresponde”, sostuvo, aclarando que su bloque cuenta con 21 diputados, que suman 23 como interbloque con la incorporación de Graciela Ocaña y Ramona Pucheta.

Por el Pro, Federico Pinedo apoyó a Ferrari argumentando que el puesto en cuestión “no correponde a la oposición. No existe la oposición, existen distintos bloques opositores, y le corresponde al tercer bloque”.

Felipe Solá, el nuevo titular de Unión Peronista, anunció la abstención de su bloque, en tanto que Patricia Bullrich mostró su apoyo al Peronismo Federal, “la tercera fuerza”, según argumentó numéricamente.

Rossi refutó este argumento numérico y arguyó que el Peronismo Federal “no se definió en una única candidatura presidencial” en las últimas elecciones.